Kim Jong-il, el enigmático dictador norcoreano que gobernó durante 17 años su empobrecido país con puño de hierro mientras desarrollaba un programa nuclear armamentista, murió de una falla cardíaca. Tenía 69 años.
La noticia fue transmitida al mundo el lunes, dos días después del deceso del 'Querido Líder' comunista. Los medios de comunicación estatales dijeron que Kim falleció el 17 de diciembre a consecuencia de un problema cardíaco derivado de una 'gran tensión mental y física' durante una 'inspección de campo de alta intensidad'. Iba a bordo de un tren. Su hijo Kim Jong-un fue designado para sucederle. El domingo se le realizó una autopsia.
Se cree que Kim sufrió un derrame cerebral en 2008, pero parecía relativamente vigoroso en fotos y videos de recientes visitas a China y Rusia, así como en numerosos viajes por todo el país cuidadosamente documentados por la prensa estatal. Al mandatario le gustaban los cigarros y el coñac, y se cree que padecía diabetes y enfermedades cardíacas.
La noticia del fallecimiento de Kim estremeció a un país cuyos jerarcas guardaron celosamente los pormenores de la salud del mandatario, incluso después de sufrir una apoplejía en 2008 y sin el menor indicio de quién le sucedería a su fallecimiento.
Alerta en occidente
El anuncio de que el menor de los hijos del dictador comunista seguirá con el legado de los Kim Sung encendió la alerta en la región.
Los presidentes de Estados Unidos y de Corea del Sur, Barack Obama y Lee Myung-bak, conversaron por teléfono y acordaron reforzar la cooperación en materia de seguridad, informó la Casa Blanca.
Corea del Sur puso a sus fuerzas armadas en estado de alerta y reforzó la vigilancia en la frontera, para lo que pidió ayuda a Estados Unidos, que mantiene a 28,500 soldados en su territorio.
Ambas Coreas se encuentran aún técnicamente en estado de conflicto armado desde el precario armisticio firmado luego de la guerra de 1950-53.
La tensión bilateral aumentó desde que Corea del Norte bombardeó un buque de guerra surcoreano en marzo de 2010, provocando la muerte de 46 infantes de marina. Pyongyang negó su participación en este episodio, pero en noviembre de 2010 bombardeó una isla del sur, causando otros cuatro muertos.
La dinastía de los Kim
El difunto había heredado el poder a la muerte en 1994 de su padre, Kim Il-sung, fundador de la República Democrática de Corea del Norte, instaurando así la primera dinastía comunista de la historia, en la que imperan el culto a la personalidad, la censura, las ejecuciones y las detenciones arbitrarias.
La KCNA, canal privilegiado del régimen, llamó a la población a reconocer a su hijo Kim Jong-un, nacido en 1983 o 1984 según las fuentes, como sucesor a la jefatura del Estado norcoreano.
'En la vanguardia de la revolución coreana se encuentra a partir de ahora Kim Jong-un, gran sucesor de la causa revolucionaria del juche y destacado jefe de nuestro partido, de nuestro ejército y de nuestro pueblo', proclamó KCNA.
El juche es una ideología que mezcla comunismo y autosuficiencia puesta en práctica por Kim Il-sung.
Luto de 13 días
Los funerales por Kim Jong-il se celebrarán el 28 de diciembre en Pyongyang, la capital norcoreana, según KCNA. Se ha declarado un periodo de duelo del 17 al 29 de diciembre. El norte dijo que llevaría el cadáver de Kim al palacio monumento Kumsusan en Pyongyang y celebraría un período de duelo nacional hasta el 29 de diciembre, cuando 'todas las personas en la nación emplearán tres minutos en una oración silenciosa'.
El funeral de Kim se celebrará el 28 de diciembre, dijo, y añadió que cualquier tipo de entretenimiento sería prohibido durante el período de luto y que el país no aceptaría 'delegaciones extranjeras que esperan expresar sus condolencias'.
En las calles de la capital norcoreana, Pyongyang, las personas exhibían su pesar con llanto, algunas se hincaban o inclinaban la cabeza repetidamente. Niños y adultos colocaban flores en monumentos conmemorativos importantes.
Kim Yong-ho, lleno de lágrimas, dijo que Kim Jong-il había hecho más felices las vidas de las personas. 'Eso hacía cuando falleció: trabajar, viajar en tren', apuntó.
Otros norcoreanos avanzaban en fila por una pintura gigante de Kim Jong-il y el extinto padre de este, el fundador nacional Kim Il-sung, ambos juntos en el monte Paektu, el lugar oficial de nacimiento del antes gobernante.
Kim Jong-il deja a su hijo una economía moribunda en un país que sufre frecuentes y graves penurias alimentarias.
La desintegración de la Unión Soviética supuso el fin de las ayudas que el régimen comunista de Corea del Norte recibía de Moscú. Se calcula que en la última década del siglo XX murieron de hambre más de un millón de personas.