Mundo

El Salvador: condenan a pandillero a 82 años de cárcel

Una mujer embarazada entre otras personas fueron víctimas mortales de este peligroso delincuente.

26.09.2015

San Salvador, El Salvador

Un cabecilla de la Mara Salvatrucha fue condenado a 82 años de cárcel por su participación en el asesinato de tres personas, entre ellas una mujer embarazada, informó el viernes la Fiscalía General de El Salvador.

La Unidad de Vida de la Fiscalía indicó que el Juzgado Especializado de Sentencia de San Salvador condenó a Wilfredo Bonilla Rivera a 30 años de prisión por el asesinato de Gloria Beyanit Rosales García, supuestamente integrante de la misma pandilla.

El cuerpo de la mujer, que presentaba signos de estrangulamiento, fue encontrado el 10 de junio de 2009 en las riberas del río La Quebrada del municipio de Santo Domingo, a 73 kilómetros al este de la capital.

A Bonilla Rivera, que las autoridades identifican como cabecilla de un grupo de la Mara Salvatrucha (MS-13), se le sumaron 40 años de prisión por el doble homicidio de Wilson Alexander García Granados y José Manuel Méndez Díaz, asesinados con armas corto punzantes el 31 de mayo de 2009 en el municipio de San Rafael Cedros, 39 kilómetros al este de San Salvador.

Según las investigaciones, los dos hombres que supuestamente eran miembros de la pandilla fueron asesinados porque 'se estaban relacionando con mujeres de la pandilla contraria'.

Además Bonilla Rivera recibió una condena de 12 años por el delito de agrupaciones ilícitas.

El tribunal también condenó a 25 años de prisión a Saúl Ernesto Díaz, de la misma pandilla, por los delitos de homicidio agravado y agrupaciones ilícitas.

Estados Unidos declaró a la Mara Salvatrucha una organización criminal trasnacional y el Departamento del Tesoro de ese país anunció sanciones económicas contra seis miembros o colaboradores del grupo.

En El Salvador las pandillas establecidas en populosos barrios y comunidades están integradas por más de 70.000 jóvenes y adultos. Más de 13.000 están presos y según las autoridades están involucrados en la mayoría de los crímenes que se cometen en el país.