TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La bandera es el máximo símbolo de representación de un pueblo o nación. Conmemorar su día reaviva el patriotismo, amor y devoción a la Patria.
Para que el Pabellón Nacional se mantenga íntegro en las alturas anualmente se realiza un protocolo para sustituir este símbolo de identidad en aquellos lugares públicos donde se mantiene de manera permanente, pues al estar a la intemperie está expuesta a las diferentes condiciones climatológicas, por lo que sufre desgaste, rasgado y descoloramiento.
EL HERALDO, en conmemoración al Día de la Bandera Nacional, explica las curiosidades de cómo se cambia la insignia, las normas que se emplean para resguardarla, qué se hace con los estandartes viejos, cómo se dobla e instala y las cosas que no se deben hacer con nuestra representación nacional.
La bandera se cambia e incinera
La Bandera Nacional que se encuentra en las plazas públicas, instituciones del Estado y centros de educación es removida anualmente para instalar una nueva justo en el día de su conmemoración.
Esta actividad se ejecuta el 31 de agosto a las 6:00 de la tarde con la arriada (bajada) del Pabellón Nacional por una escolta de tres cadetes de la Academia Militar de Honduras General Francisco Morazán.
Al descender el estandarte se entonan las notas del Himno Nacional, y seguidamente se da un minuto de silencio para conmemorar a los hondureños que han muerto en defensa de la Patria. “Al arrear la bandera la doblamos en ocho pasos hasta dejar un pequeño triángulo para que los traslademos de la plaza hasta el incinerador”, detalló el encargado de Cadetes, sargento segundo de cadete Alberto Bográn.
Este mismo acto se realiza si la bandera cae al suelo del asta, se procede a retirarla para ser incinerada, pues pierde su honor y solo así se elimina de esta pena.
El 1 de septiembre, a las 6:00 de la mañana, la escolta realiza el protocolo de izar el pabellón. Comienzan con la marcha y custodia del estandarte, la colocan en la posición correcta, es decir que los picos de las cinco estrellas apunten hacia arriba.
En caso de quedar al revés se arrea, la colocan en la forma correcta y se vuelve a izar. Seguidamente, alzan la bandera, entonando las notas del Himno Nacional, en la cual se termina de subir el pendón hasta que termina el himno.
No hay tamaño reglamentario
Según el decreto 84-95, la longitud de la bandera debe de ser el doble del ancho, en otras palabras no hay una medida específica establecida.
Por ejemplo, el pabellón del Monumento a la Paz en el cerro Juana Laínez mide 14 metros de longitud por 7 metros de ancho, debido a que es la bandera más vistosa del capital y debe tener mayor tamaño.
Por otra parte, las banderas que se ubican en las instituciones del Estado y centros de enseñanza tienen una dimensión de 90 pulgadas de largo por 45 de ancho. La Secretaría de Cultura, Artes y Deportes dice que esta es la medida común que se utiliza en las instituciones y centros educativos.
Además, el asta no tiene una altura reglamentaria, pues no está estipulada. Lo único que se efectúa por protocolo es colocar la bandera en el centro de los demás pabellones en lo más altos, siempre que sea en suelo hondureño.
Otro detalle del protocolo es que no se pueden izar dos banderas en la misma asta, ya sea del mismo país o de diferentes naciones. Según el decreto 84-95 emitido por el Congreso Nacional, se instituye que Día de la Bandera Nacional de Honduras es el 1 de septiembre.
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