Su lucha contra el cáncer de mama empezó hace diez meses y, a pesar de que debe seguir su tratamiento durante cinco años, Olga Benavides asegura estar sana.
Olga es una mujer de 60 años. El pasado 15 de diciembre le detectaron cáncer de mama. La noticia impactó su vida y su mayor preocupación en ese momento eran sus hijos.
“Yo me sentí una pelota en mi pecho, fui al Seguro; cuando me llevaron el resultado del examen, lloré, lloré bastante, hasta desahogarme. En ese momento pensé en mis dos hijos, en quién me los iba a cuidar, quién me les daría de comer”, relató Olga.
La desesperación y la incertidumbre que Olga sintió en los primeros días después del diagnóstico la llevó a reprocharle a su familia la falta de apoyo.
“Hubo un momento que mi familia me llamó para preguntarme qué me había salido en el examen y yo les dije que yo estaba sola, que no tenía familia, que no me querían; fue un momento de desesperación”, comentó Olga.
Olga aseguró que después tuvo que tomar con calma el diagnóstico para iniciar con el tratamiento. “Tuve que tomar con calma la noticia, gracias a Dios a mí no se me quitó el hambre, siempre estuve bien, inicié mi tratamiento y hace ocho meses me operaron. Gracias a Dios me siento bien, no sentí ningún dolor ni antes ni después de operada”, relató.
La señora comentó que ha sido sometida a varias radioterapias y hasta el momento no ha necesitado la quimioterapia.
“Debo estar en tratamiento durante cinco años, tomar mis medicamentos y seguir la dieta que el doctor me recomendó, he sido sometida a radioterapias, gracias a Dios las quimioterapias no las necesité”, aseguró.
Olga relató que su mejor medicina han sido las oraciones de su familia y el apoyo de sus hijos. “Mis hijos me dieron fuerza, porque en estas situaciones tienen que darle ánimo a uno. La familia ha orado por mí y yo no me siento con cáncer, yo me siento sana por gracia de Dios”.
Para aprovechar esta entrevista, Olga quiso enviar un mensaje a las hondureñas para que se practiquen un autoexamen y la mamografía.
“No tengan miedo, se tienen que tocar. Cuando se bañen, tóquense y si sienten algo anormal vayan al centro de salud. Busquen un médico, porque a veces por miedo o por pena las enfermedades avanzan”, concluyó.
