Honduras

Religiosas de Brasil forman a decenas de niños de Jacaleapa

Pretenden replicar la obra hacia otras comunidades del departamento de El Paraíso.

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10.06.2013

Los niños de prebásica y básica son los elegidos por las religiosas de la orden Franciscana de San José, para ser atendidos con clases de reforzamiento, alimentación y formación en valores. El trabajo de las religiosas se desarrolla en la comunidad de Jacaleapa, El Paraíso.

El grupo de beneficiados está integrado por 150 menores, quienes a diario acuden a los brazos de las religiosas para recibir las enseñanzas.

La labor se ha extendido durante los últimos siete años en el centro Creciendo como Hermanos.

El centro es dirigido por tres religiosas originarias de Brasil, quienes con dedicación y amor se han ganado el cariño de los pequeños.

Una de las misioneras, sor Wanolerli Steiner, encargada del proyecto, comentó que desde 2004 llegaron a la zona y dos años después comenzó a funcionar la casa benefactora.

“Cuando venimos a Honduras nos dimos cuenta la necesidad que tenía la niñez en el país y en principal en esta comunidad, por lo que quisimos que los pequeños tuvieran una actividad a la cual pudieran dedicar su tiempo, específicamente en horas de la tarde”, reveló la entrevistada.

Los menores beneficiados son niños que en un alto porcentaje no viven con sus padres, luego que sus padres han emigrado hacia otras regiones en busca de trabajo.

Es así que de lunes a jueves, a partir de las 2:00 y hasta las 4:00 de la tarde, el grupo de niños asiste de forma puntual al centro ubicado a un costado de la parroquia.

Del total de niños atendidos unos 52 son apadrinados por ciudadanos italianos, quienes les ayudan a suplir las necesidades en materia de educación.

El trabajo de las religiosas consiste en brindarles reforzamientos de español y matemáticas.

“Además les ayudamos a completar las tareas que les dejan en otras áreas, al tiempo que los instruimos en actividades deportivas, artísticas y sobre todo nos esforzamos en el área espiritual”, explicó la misionera.

Apoyo

La voluntad y el trabajo de las encargadas ha logrado el reconocimiento y agradecimiento de la población, quienes de manera voluntaria colaboran con las religiosas.

Y es que las diferentes actividades que se realizan en el centro cuentan con el apoyo de voluntarios, quienes dedican horas de su tiempo para el beneficio de los menores.

Es así como los diferentes talleres, tanto de manualidades como deportes, y los reforzamientos en las clases son brindados por ciudadanos de la comunidad.

Juan Rodríguez es uno de los voluntarios, quien se encarga de las prácticas deportivas, pues han formado un equipo de fútbol, integrado por niñas y varones.

“Es gratificante trabajar con los niños, ya que a través de los deportes y de todo el trabajo que se realiza en el centro se le brinda la oportunidad de tener una vida mejor”, manifestó Rodríguez.

Para la preparación de los alimentos que consumen los niños se cuenta con el apoyo de varias madres de familia que en agradecimiento al centro, por la ayuda que les han brindado a sus hijos, colaboran con la preparación de la merienda.

Una de las madres, Iris Morazán, a diario colabora con la elaboración de la merienda.

“Mi hija tiene 15 años y cursa el primer año de educación media, y todos los éxitos de mi niña se los debemos al centro”, reconoció la entrevistada.

Las manualidades que los niños realizan son enviadas a Italia como agradecimiento de las personas que les apadrinan.

La congregación de las hermanas además brindan ayuda a niños del municipio de Texíguat, en el tema de salud.

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