Las aguas del Golfo de Fonseca no se escapan de las bandas delincuenciales.
El bandolerismo marítimo se ha convertido en una nueva amenaza para los pescadores artesanales de la zona sur. De acuerdo con los afectados, un grupo de piratas ha comenzado a atacarles en zonas donde la guardia costera nacional mantiene escasa presencia.
En la última semana, de acuerdo con la denuncia de los afectados, les han robado cuatro motores y sus implementos de pesca.
Félix Paz, presidente de la Federación Nacional de Pescadores (Fenapesca), aseguró que los asaltos se presentan en alta mar.
En las denuncias de los pescadores se detalla que al momento en que son interceptados son lanzados al agua y permanecen fuera de las embarcaciones hasta que los delincuentes les llevan el motor de las unidades de pesca.
Los afectados aseguran que los piratas portan armas de grueso calibre.
“No encontramos ayuda de las autoridades, ya que el comandante de la Base Naval de Amapala lo único que nos responde es que se les llame al momento del hecho”, denunció Paz.
El 22 de agosto los afectados sostendrán una reunión con los 9,000 pescadores del sector de Marcovia para discutir las medidas a implementar.
Los delitos en alta mar han incrementado, de acuerdo con Paz, debido a que antes se reportaba un robo cada tres meses, pero en la última semana fueron cuatro embarcaciones las asaltadas.
“Los piratas, luego del asalto, se dirigen hacia aguas de El Salvador”, reveló.
Juan Serrano, una de las víctimas, dijo que fue asaltado por tres sujetos armados con escuadras nueve milímetros.
Las pérdidas que reporta cada afectado son de unos 200,000 lempiras.
