Su posicionamiento como favorito entre los diputados por Francisco Morazán podría haber marcado la ruta para convertir a Óscar Álvarez, diputado electo, en el próximo presidente del Congreso Nacional.
Y es que hasta ayer, Álvarez, quien se desempeñó como jefe de campaña del Partido Nacional, se mantenía como el diputado más votado con 150,257 marcas a su favor, cifra que refleja el respaldo de la mayoría de ciudadanos.
A criterio de Álvarez, este respaldo traducido en números le da un “plus” para poder aspirar al cargo mayor en el Congreso Nacional.
“Todos los diputados deberían aspirar, pero en mi caso, que soy el más votado, claro que hay un ‘plus’ para poder aspirar, pero al final eso serán los compañeros de cámara los que decidirán”, manifestó Álvarez.
Comentó que sus mismas amistades lo han calificado como un “fenómeno político”, ya que a pesar de haber sido separado como ministro de seguridad del gobierno de Porfirio Lobo Sosa y ser colocado en la casilla “sobrante”, resultó ser el más favorecido con la venia de los pobladores.
“Pero yo creo que el fenómeno es que el pueblo confía en Óscar Álvarez y que no les he fallado en el pasado, y eso me pone inclusive una responsabilidad mayor en mis espaldas”, aseguró.
En la gestión de Álvarez como ministro de Seguridad, durante el gobierno de Ricardo Maduro, los índices de homicidios se mantuvieron por debajo de 37 por cada 100,000 habitantes. En el gobierno de Manuel Zelaya, la tasa de homicidios se disparó más de 20 puntos.
