Honduras

La impunidad y la lucha de los ambientalistas

    04.03.2016

    tegucigalpa

    Lo único que nos faltaba. La trágica noticia sobre el abominable crimen de Berta Cáceres le ha dado la vuelta al mundo y, con ello, el nombre de nuestro país de nuevo está en la lista de naciones salvajes donde la vida humana vale un pepino.

    La condena es general, al igual que el temor de que su asesinato pase –como tantos otros- a engrosar la lista de crímenes impunes en nuestro país. La certeza de que al final solo se apresará a los autores materiales –si acaso- y que los intelectuales –los que la mandaron a matar- andarán por allí más frescos que una lechuga, seguros de que el brazo de la justicia nunca los alcanzará, y hasta planificando sus vacaciones de Semana Santa.

    ¿Cuánto días durará esta vez el escándalo? ¿Pasará lo mismo que pasó cuando mataron a Alfredo Landaverde, a Alfredo Villatoro, a Arístides González, a Aníbal Barrow?

    El nombre de Berta Cáceres tan solo viene a agregarse al mural donde aparecen grabados, en bajo relieve y de manera indeleble, al de otros dirigentes ambientalistas como Jeannette Kawas, Carlos Luna, Carlos Escalera, Mario Gutiérrez, Carlos Flores y otros. No se incluyen en la lista otros dirigentes indígenas que, por su bajo perfil, sus crímenes han sido ignorados hasta por nosotros, los periodistas.

    Honduras es un país que todavía anda en taparrabos en el respeto a la ley y la explotación sin control de nuestros recursos naturales es parte de eso.

    En más de alguna ocasión se ha criticado la politización y la ideologización en la lucha ambiental, pero cierto también es que, en un país como el nuestro, nadie respeta la ley y nuestras instituciones –como el ICF, la Serna y la Fiscalía del Ambiente– están pintadas.

    Solo queda, entonces, recordar a nuestros mártires ambientales, con la canción de Maná dedicada a Chico Méndez, un defensor de la Amazonia brasileña que ofrendó su vida en su lucha.

    “El (Chico Méndez) murió a sangre fría, lo sabía Collor de Mello (expresidente de Brasil) y también la policía... un ángel cayó...un ángel murió... un ángel se fue... y no volverá... un ángel se fue, se fue volando de madrugada”...