MANCHESTER, INGLATERRA.- En una noche que tuvo a Lunin como héroe y en donde el plan le resultó perfecto a Carlo Ancelotti, el Real Madrid, máximo ganador de copas europeas, elimino al Manchester City, vigente campeón, y avanzó a las semifinales de la Champions League.
El Etihad Stadium fue escenario de una trepidante eliminatoria, en donde al cierre del tiempo regular y la prórroga los dos mejores equipos del mundo empataron 1-1 y ya en los penales la suerte y la efectividad estuvo del lado de los de la Casa Blanca que lograron tumbar al actual monarca de la competición.
La noche en la ciudad de Manchester iniciaba con la novedad del regreso de Kevin De Bruyne, quien se hizo notar en el juego generando acciones ofensivas que llevaron mucho peligro al área del Real Madrid.
Pero a pesar del dominio inicial del City, el Real Madrid hizo cosas que solo sabe hacer el Real Madrid. Lo que parecía un despeje por arriba terminó en un control fenomenal de Bellingham, quien emulando a Zidane logró asistir a Vinicius para que este sirviera desde el costado el balón a un Rodrygo que falló en su primer intento con la rodilla, pero no perdonó en el rebote y puso a ganar al Madrid 1-0 a los 11 minutos.
El plan le estaba resultando a Ancelotti y los suyos, quienes lograron pegar de entrada ante un City que los iba a poner contra las cuerdas más adelante, pero de su lado estaba un Lunin que esta noche hizo que nadie extrañara al lesionado Courtois.
El Manchester City, herido temprano en su casa, hizo el partido que se esperaba y con largas posesiones de la pelota logró someter al Real Madrid en una desesperada búsqueda del empate.
La primera respuesta del City llegó al 18’ cuando el ucraniano se lanzó abajo para evitar que la pelota llegara a un destinatario celeste y luego Haaland estremeció el poste para levantar suspiros de ambas aficiones que vivían con nerviosismo la noche en el Etihad.
Lunin tuvo su segunda de la noche tapando con una espectacular lanzada un cañonazo de De Bruyne que parecía la paridad. Pero el meta ucraniano tenía refuerzos para defender el arco madridista gracias a un sobresaliente Rüdiger que con la punta del pie evitó que Grealish Marcara y envió la pelota a la malla lateral, haciendo creer que la número 5 había entrado.
Los primeros 45 minutos culminaron con un Real Madrid aguantando bien el aluvión de un Manchester City que parecía una tormenta tras haber empezado perdiendo el partido.
De Bruyne encontró la paridad
La dinámica no cambió en el segundo el tiempo y haciendo uso de su principal virtud, mantener la posesión de la pelota, el City sometió a los Merengues que resistieron hasta donde pudieron para mantener la ventaja.
Primero fue Nacho, quien en su afán por evitar que Haaland quedara mano a mano desvió la pelota y con angustia rechazó la pelota sobre la línea mientras era perseguido por el noruego.
El City presionaba y generaba peligro sin mucha contundencia mientras un seguro Lunin seguía a lo suyo y evitaba que el vigente campeón europeo nivelara la eliminatoria.
Pero la resistencia del Madrid solo tuvo una fisura. Al 75’, Kevin De Bruyne se halló con un balón suelto en el área y con un cañonazo a quemarropa en el área chica finalmente pudo romper el muro ucraniano y poner el empate 1-1 para los de casa.
Con el empate conseguido, el momento anímico era del City que trató de ganarlo en 90 minutos y estuvo muy cerca de conseguirlo. Nuevamente De Bruyne, cerebro de la orquesta de Pep, tuvo el gol de gane en sus pies. Un centro raso llegó a sus pies quedando pleno frente a portería, pero el belga elevó mucho su remate y dejó ir el tanto de de la victoria.
El City arreció en ofensiva con desbordes y centros que fueron respondidos por el sistema defensivo del Real Madrid. Con mucho suspenso y emotividad el alargue llegó.
En el suplementario no hubo muchas acciones de peligro, salvo la de Rüiger en el área chica al 106’. La pelota llegó a un solitario defensor alemán que al verse solo frente a portería no supo definir y mandó a las nubes su remate que pudo significar el 2-1.
Con un Madrid muy aplicado en la marca frente a un City que quiso someterlo, se cumplieron los 120 minutos más el añadido y la mejor forma de definir a un ganador en esta reñida eliminatoria eran los lanzamientos desde el punto penal.
Lunin el héroe
Los penales tenían un lugar reservado para Lunin, quien se puso la capa de superhéroe para clasificar a un Real Madrid que empezó con el pie izquierdo tras el fallo inicial de Modric.
Con el escenario en contra, el ucraniano se agigantó y primero se quedó estático para tapar un pésimo lanzamiento de Bernardo Silva y luego con maestría atajó por bajo el remate de uno que nunca falla como Kovacic. Poco pudo hacer para desviar los remates de Foden y Ederson, pero Rüdiger tuvo la última palabra.
El alemán tomó la responsabilidad y encontró su revancha tras fallar la ocasión en el cierre del primer tiempo extra. Con categoría, Rüdiger disparó a puerta y mandó al Real Madrid a unas semifinales en donde se enfrentará al Bayern Múnich en el clásico europeo.
