Tekumah: Holocausto de renacimiento en vez de venganza

Según los expertos, Tekumah para Israel significa reconstruir su identidad nacional y superar la política divisiva que marcó el año previo al 7 de octubre

jue 8 de febrero de 2024 a las 15:6

Por Liat Atzili / The New York Times

En los últimos años se ha hablado en Israel a menudo de la Shoah, o el Holocausto, junto con “tekumah”, que significa renacimiento, después de que la generación sobreviviente decidió reconstruir una nación en lugar de perderse en el dolor y la venganza.

Moldeado por ese espíritu, Israel se convirtió en un refugio para judíos en peligro en todo el mundo y ha sanado sus relaciones con Alemania y otras naciones que perpetraron o permitieron el Holocausto.

Yo trabajo en Yad Vashem, el centro nacional de recuerdos del Holocausto de Israel, donde enseño a estudiantes israelíes de preparatoria sobre la Shoah y los preparo para viajes a Polonia. A medida que los últimos miembros restantes de la generación de sobrevivientes se reduce, mi atención se ha centrado en cuál es la mejor manera de enseñar a los estudiantes sobre la Shoah cuando los testigos presenciales han desaparecido.

Si bien preservar la memoria de los horrores y pérdidas que provocó la Shoah sigue siendo importante tanto para los jóvenes israelíes como para los niños de todo el mundo, el concepto de tekumah también es un componente central de la educación sobre el Holocausto. Tekumah nos brinda la lección de vida vital sobre cómo seguir adelante con dignidad y propósito después de experimentar una tragedia, y es quizás el regalo más importante que nos dieron los sobrevivientes.

El 7 de octubre, el pueblo judío sufrió nuestra mayor tragedia desde el Holocausto. Esa tragedia llegó a mi propia casa en el Kibbutz Nir Oz, que fue incendiada mientras fui llevada a Gaza como rehén. Aterrorizada, sola y desconociendo la suerte de mi familia, seguí adelante durante casi dos meses, prometiéndome que no me perdería la ceremonia de graduación de la clase que doy e imaginando reunirme con mi esposo, Aviv, y nuestros tres hijos. Me liberaron después de 54 días. Mis hijos, afortunadamente, sobrevivieron: uno después de aterradoras horas escondido, otro por pura suerte de haber estado en otro lugar ese día y otro que evitó a los atacantes manteniendo cerrada la puerta de una habitación segura. Pero mi casa de 30 años quedó irreconociblemente consumida por el fuego, y mi esposo figuró entre los mil 200 asesinados. La destrucción fue tan inmensa que los terroristas incluso mataron a mi perro, Revi.

Ahora vivo en lo que se llama un departamento de “acomodo temporal” en la ciudad sureña de Kiryat Gat.

Ahora es el momento de que el mundo exija y asegure la liberación de los rehenes que quedan en Gaza. Quiero reunirme con mis vecinos. Entonces llegará el momento del duelo.

Ninguna de estas misiones pone fin a nuestra labor. Más allá del horizonte de nuestro dolor, debemos volver a comprometernos con tekumah con el mismo optimismo decidido de la generación de sobrevivientes del Holocausto.

Sin tekumah, sólo nos hundiremos más en el ciclo de ira mutua y victimismo que ha plagado nuestra relación con los palestinos durante demasiado tiempo. Ése no es el enfoque que eligió la generación de sobrevivientes y, en su espíritu, no busco venganza por lo ocurrido. Me siento honrada de cómo mis compatriotas israelíes arriesgan sus vidas para luchar contra mis secuestradores, pero no siento ninguna catarsis al ver la destrucción de Gaza. En lugar de ello, quiero enfocarme en construir un futuro mejor para mis hijos y para los niños de Gaza.

Después del Holocausto, surgió una nueva generación en Israel, centrada no en el pasado sino en hacer florecer el futuro. Tekumah para Israel después de esta guerra significará reconstruir nuestra identidad nacional y superar la política divisiva que marcó el año previo al 7 de octubre. Nuestros adversarios pueden ser peligrosos, pero nadie tiene el poder de destruir nuestro País más que nosotros.

Pero para mí, tekumah no sólo atañe a las vidas judías. También significa trabajar hacia un renacimiento para Gaza. Si bien no puedo influir en las decisiones de los habitantes de Gaza, espero que los responsables de lanzar esta guerra sean reemplazados por personas que quieren un futuro mejor junto a Israel. Los ciudadanos de Gaza también merecen un renacimiento que imagine un futuro no de combate, sino de existencia compartida.

Otro ámbito en el que tekumah es sumamente necesario es la diáspora. No me ciego a los fracasos de mi País, pero es profundamente preocupante cómo este conflicto, iniciado de la forma más violenta por Hamas, ha contribuido a un aumento de violentos actos antisemitas. Tekumah en la diáspora permitiría la plena expresión de la vida judía sin temor, tanto en Israel como en todo el mundo.

Si los jóvenes entre la diezmada población judía europea fueron capaces de afrontar el futuro con optimismo después del Holocausto, nosotros también podemos encontrar la fuerza para reparar lo que se ha roto.

Liat Atzili es maestra de preparatoria en Kiryat Gat, Israel, y educadora en Yad Vashem, el centro nacional de recuerdo del Holocausto.

© 2024 The New York Times Company

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