Nostalgia por Trump: electores olvidan controversias de su presidencia

Por Jennifer Medina y Reid J. Epstein | The New York Times

No hace mucho tiempo, muchos estadounidenses dedicaban horas al día a seguir cada uno de los movimientos del entonces Presidente Donald J. Trump. Luego, en algún momento después de los disturbios en el Capitolio de EU el 6 de enero del 2021, y antes de su primera acusación, cesaron en gran medida.

Están teniendo problemas para recordarlo todo.

Los recuerdos de los estadounidenses sobre acontecimientos que en su momento les parecieron abrasadores ahora se han desvanecido, han cambiado y, en algunos casos, se han deformado. Las encuestas sugieren que las opiniones de los electores sobre las políticas de Trump y su Presidencia han mejorado en el espejo retrovisor. En las entrevistas, los electores suelen tener un vago recuerdo de uno de los periodos con mayor zozobra en la política moderna. Los científicos sociales dicen que esto no es sorprendente. En una era de hiperpartidismo, hay poca memoria colectiva acordada.

Mientras Trump busca regresar al poder y basa su campaña en la nostalgia de una época no hace mucho tiempo, la campaña del Presidente Joseph R. Biden Jr. cuenta con que los electores vuelvan a centrarse en Trump, esperando que recuerden por qué le negaron un segundo mandato.

“Recuerda cómo te sentiste el día después de que Donald Trump fue electo Presidente en el 2016”, escribió la campaña de Biden en un llamado para recaudar fondos. “Recuerda haber sentido incredulidad y miedo de lo que estaba por venir”.

Por ahora, la erosión del tiempo parece estar funcionando a favor de Trump. Una encuesta de The New York Times/Siena College de fines de febrero arrojó que el 10 por ciento de los electores de Biden en el 2020 ahora dicen que apoyan a Trump, mientras que prácticamente ninguno de los electores de Trump se había inclinado hacia Biden.

Muchos electores conservadores e indecisos saben “lo que no les gusta de Biden y han olvidado lo que no les gusta de Trump”, dijo Sarah Longwell, una consultora republicana que se opone a Trump.

Las encuestas sugieren que Trump también ha logrado avances entre los electores que tal vez eran demasiado jóvenes para recordar bien su primer mandato. Los casi 4.2 millones de jóvenes de 18 años que ahora tienen derecho a votar estaban en la secundaria cuando Trump fue electo por primera vez.

Un análisis de Gallup realizado en junio encontró que el 46 por ciento de los adultos aprobaba el manejo de la Presidencia por parte de Trump, basándose en lo que “escucharon o recordaron”. El índice de aprobación de Trump cuando dejó el cargo era del 34 por ciento.

Cuando se le preguntó a Ross Kuehne, un independiente de New Hampshire, qué recuerda ahora, Kuehne, que planea votar por Biden, mencionó lo que consideraba puntos bajos: Trump señalando que tenía una “gran amistad” con el dictador norcoreano. Un cierre del Gobierno. Que México no pagara un muro fronterizo. Que Trump describiera que había “gente muy buena de ambos lados” en un mitin de supremacistas blancos en Virginia. Que sus partidarios quisieran tomar el Capitolio el 6 de enero del 2021. Y faltaron muchos dramas.

James W. Pennebaker, que investiga la memoria colectiva en la Universidad de Texas, en Austin, señaló que la polarización y un entorno mediático fracturado significaban que era menos probable que los estadounidenses coincidieran sobre hechos determinados, impidiendo que el País creara una memoria colectiva y compartida.

Los demócratas afirman que si informan a suficiente gente sobre el historial de Trump, los electores escépticos de Biden votarán por éste.

“Puedes mirar hacia atrás y tener esa especie de amnesia colectiva sobre lo malas y dañinas que fueron las políticas”, dijo Lori Lodes, directora ejecutiva de Climate Power, un grupo de defensa liberal cuyas encuestas encontraron que el 52 por ciento de los electores probables ahora aprueban el mandato de Trump. Ese apoyo a Trump, dijo, “se basa en esta falsa ilusión de mirar atrás”.

THE NEW YORK TIMES

Donald Trump apuesta su campaña de reelección por la nostalgia del pasado reciente. (Doug Mills/The New York Times)

dom 31 de marzo de 2024 a las 20:51

Por Jennifer Medina y Reid J. Epstein | The New York Times

No hace mucho tiempo, muchos estadounidenses dedicaban horas al día a seguir cada uno de los movimientos del entonces Presidente Donald J. Trump. Luego, en algún momento después de los disturbios en el Capitolio de EU el 6 de enero del 2021, y antes de su primera acusación, cesaron en gran medida.

Están teniendo problemas para recordarlo todo.

Los recuerdos de los estadounidenses sobre acontecimientos que en su momento les parecieron abrasadores ahora se han desvanecido, han cambiado y, en algunos casos, se han deformado. Las encuestas sugieren que las opiniones de los electores sobre las políticas de Trump y su Presidencia han mejorado en el espejo retrovisor. En las entrevistas, los electores suelen tener un vago recuerdo de uno de los periodos con mayor zozobra en la política moderna. Los científicos sociales dicen que esto no es sorprendente. En una era de hiperpartidismo, hay poca memoria colectiva acordada.

Mientras Trump busca regresar al poder y basa su campaña en la nostalgia de una época no hace mucho tiempo, la campaña del Presidente Joseph R. Biden Jr. cuenta con que los electores vuelvan a centrarse en Trump, esperando que recuerden por qué le negaron un segundo mandato.

“Recuerda cómo te sentiste el día después de que Donald Trump fue electo Presidente en el 2016”, escribió la campaña de Biden en un llamado para recaudar fondos. “Recuerda haber sentido incredulidad y miedo de lo que estaba por venir”.

Por ahora, la erosión del tiempo parece estar funcionando a favor de Trump. Una encuesta de The New York Times/Siena College de fines de febrero arrojó que el 10 por ciento de los electores de Biden en el 2020 ahora dicen que apoyan a Trump, mientras que prácticamente ninguno de los electores de Trump se había inclinado hacia Biden.

Muchos electores conservadores e indecisos saben “lo que no les gusta de Biden y han olvidado lo que no les gusta de Trump”, dijo Sarah Longwell, una consultora republicana que se opone a Trump.

Las encuestas sugieren que Trump también ha logrado avances entre los electores que tal vez eran demasiado jóvenes para recordar bien su primer mandato. Los casi 4.2 millones de jóvenes de 18 años que ahora tienen derecho a votar estaban en la secundaria cuando Trump fue electo por primera vez.

Un análisis de Gallup realizado en junio encontró que el 46 por ciento de los adultos aprobaba el manejo de la Presidencia por parte de Trump, basándose en lo que “escucharon o recordaron”. El índice de aprobación de Trump cuando dejó el cargo era del 34 por ciento.

Cuando se le preguntó a Ross Kuehne, un independiente de New Hampshire, qué recuerda ahora, Kuehne, que planea votar por Biden, mencionó lo que consideraba puntos bajos: Trump señalando que tenía una “gran amistad” con el dictador norcoreano. Un cierre del Gobierno. Que México no pagara un muro fronterizo. Que Trump describiera que había “gente muy buena de ambos lados” en un mitin de supremacistas blancos en Virginia. Que sus partidarios quisieran tomar el Capitolio el 6 de enero del 2021. Y faltaron muchos dramas.

James W. Pennebaker, que investiga la memoria colectiva en la Universidad de Texas, en Austin, señaló que la polarización y un entorno mediático fracturado significaban que era menos probable que los estadounidenses coincidieran sobre hechos determinados, impidiendo que el País creara una memoria colectiva y compartida.

Los demócratas afirman que si informan a suficiente gente sobre el historial de Trump, los electores escépticos de Biden votarán por éste.

“Puedes mirar hacia atrás y tener esa especie de amnesia colectiva sobre lo malas y dañinas que fueron las políticas”, dijo Lori Lodes, directora ejecutiva de Climate Power, un grupo de defensa liberal cuyas encuestas encontraron que el 52 por ciento de los electores probables ahora aprueban el mandato de Trump. Ese apoyo a Trump, dijo, “se basa en esta falsa ilusión de mirar atrás”.

THE NEW YORK TIMES

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