Muerte de actor coreano pone foco en drogas

Las recientes acusaciones contra artistas de alto perfil aquí han puesto de relieve la continuación de una estricta política antidrogas y actitudes

Agentes de policía investigan el vehículo en el que se halló el cuerpo de Lee Sun-kyun el 27 de diciembre.

mié 3 de enero de 2024 a las 21:30

Por John Yoon / The New York Times

SEÚL — Lee Sun-kyun, el actor de “Parasite” que fue encontrado muerto el 27 de diciembre, era lejos de ser la única celebridad involucrada en la campaña antidrogas más reciente de Corea del Sur.

Yoo Ah-in, el actor conocido por sus papeles en la película de 2018 “Burning” y la serie de Netflix del 2021 “Hellbound”, enfrenta juicio tras dar positivo por propofol, marihuana, ketamina y cocaína, dicen las autoridades. Varios minoristas surcoreanos han cortado lazos con el actor desde que se hicieron públicas las acusaciones de drogas. Ya no figura como miembro del elenco de la segunda temporada de “Hellbound”.

G-Dragon, el rapero y ex miembro del grupo BigBang de K-pop, había estado bajo investigación por posible uso de drogas hasta que la policía abandonó el caso el mes pasado después de que dio negativo en varias pruebas de drogas. Aún así, BMW Corea eliminó imágenes de él de sus anuncios en línea.

Las recientes acusaciones contra artistas de alto perfil aquí han puesto de relieve la continuación de una estricta política antidrogas y actitudes en el País que han trazado una línea dura contra cualquier cosa que no sea la abstinencia del consumo de drogas.

Algunos funcionarios elogian esa dureza como clave para mantener bajo control el consumo de drogas. Pero las políticas han sido criticadas por expertos en tratamiento que dicen que las autoridades no se centran lo suficiente en la rehabilitación.

“Cuando miras los datos y observas las duras sanciones que han estado vigentes durante décadas, no han funcionado”, dijo Gloria Lai, directora del Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas, que promueve políticas de drogas basadas en evidencia. “Y el costo en la vida de las personas es enorme”.

Desde la muerte de Lee, la policía de Incheon, que lo había interrogado bajo sospecha de consumir marihuana y ketamina, ha sido criticada por el trato que le dio, aduciendo que era desproporcionado a la gravedad de las acusaciones.

Seongcheol Park, el abogado de Lee, negó los cargos de drogas y acusó a la policía de violar las reglas sobre la divulgación pública de información. Dijo que Lee había dado negativo en múltiples pruebas de drogas.

“El proceso fue insultante y humillante para él, aunque no había evidencia de que hubiera consumido drogas”, dijo Park en una entrevista telefónica.

La férrea postura de Corea del Sur está alineada con la de otros en Asia. Una condena por drogas puede conllevar la pena de muerte en China y Singapur. Japón y Taiwán tienen una tolerancia mínima.

Corea del Sur se distingue de países como Estados Unidos, Canadá y algunos de Europa, que abordan el consumo de drogas como una cuestión de salud pública. Aún así, las políticas antidrogas de Corea del Sur, combinadas con su aislamiento geográfico, han ayudado a mantener bajo el consumo de drogas, dicen los expertos.

Pero los reportes de tráfico y uso han aumentado en los últimos años. Los arrestos relacionados con las drogas en el 2023 aumentaron a más de 17 mil contra unos 10 mil 400 en el 2019, arrojan datos oficiales. No está claro si eso refleja una mayor aplicación de la ley.

El Presidente Yoon Suk Yeol y funcionarios de su Gobierno políticamente conservador declararon una “guerra contra las drogas” tras asumir el cargo en el 2022, advirtiendo que las drogas se estaban volviendo más accesibles en todo el País.

Una vez condenada por uso de drogas ilícitas, se le puede exigir a una persona que complete un programa educativo operado por el Gobierno o ir a la cárcel, dijo Yoon Hyunjun, experto en políticas de drogas de la Universidad Sogang, en Seúl.

Los expertos en políticas públicas dijeron que el enfoque del Gobierno no logra frenar las adicciones y las muertes por sobredosis.

“Tiene que ir de la mano con educación, cambiar la cultura y una buena infraestructura para el tratamiento de la adicción”, dijo Jimi Huh, profesor de salud pública en la Universidad del Sur de California. “Tener únicamente una política punitiva no será suficiente”.

© 2024 The New York Times Company

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