Mitad de Gaza sufrirá de hambruna, advierte la ONU

La guerra en Gaza provoca una crisis humanitaria, con la mitad de la población en riesgo de morir de hambre y el 90% sin comida diaria, según la ONU

Palestinos detuvieron un camión de ayuda el mes pasado cuando cruzaba al sur de Gaza y luego lo vaciaron de comida. (Fatima Shbair/Associated Press)

jue 4 de enero de 2024 a las 18:45

The New York Times

Por Liam Stack, Gaya Gupta y Abu Bakr Bashir / The New York Times

GAZA, PALESTINA.- Los cuatro hijos de Walaa Zaiter llevan semanas pasando hambre, pero ella apenas puede encontrarles comida.

Piden sándwiches, jugo de frutas y platillos palestinos como los que ella cocinaba antes de la guerra. En un momento fugaz de acceso a Internet, dijo, una vez vio a los niños reunidos alrededor de su teléfono mirando un video de alguien comiendo papas a la francesa.

Lo máximo que pueden esperar hoy en día, dijo en una entrevista telefónica reciente, es una lata de chícharos, algo de queso y una barrita energética distribuida como raciones familiares por las Naciones Unidas una vez a la semana en Rafah, una ciudad en el sur de Gaza a donde huyeron a principios de diciembre para escapar de los bombardeos israelíes más al norte. No es suficiente para alimentar a su familia de siete miembros.

“Es una lucha diaria”, dijo Zaiter, de 37 años, cuyos hijos tienen entre 9 meses y 13 años.

La guerra de Israel en Gaza ha creado una catástrofe humanitaria, con la mitad de la población de unos 2.2 millones de habitantes en riesgo de morir de hambre y el 90 por ciento diciendo que habitualmente no come durante un día entero, dijo la ONU en un reporte.

$!Más del 90 por ciento de los habitantes de Gaza dicen que regularmente no comen un día entero, informó la ONU. Cocinando en Rafah. (Mohammed Abed/Agence France-Presse — Getty Images)

Arif Husain, economista titular del Programa Mundial de Alimentos, dijo que el desastre humanitario en Gaza figuraba entre los peores que había visto. El territorio parece cumplir el primer criterios de una hambruna, ya que el 20 por ciento de la población enfrenta una falta extrema de alimentos, afirmó.

“Tengo 20 años haciendo esto”, dijo. “He estado en prácticamente todo conflicto, ya sea Yemen, Sudán del Sur, Etiopía, todos. Y nunca he visto algo así, tanto en términos de su magnitud, como también del ritmo al que se ha desarrollado”.

Eylon Levy, portavoz del Gobierno israelí, sostuvo que Israel no se interpone en el camino de la asistencia humanitaria y culpó a Hamas, el grupo palestino que gobierna Gaza, de cualquier desabasto. Acusó a Hamas de apoderarse de parte de la ayuda para sus propios usos. No proporcionó pruebas, pero funcionarios occidentales y árabes han dicho que se sabe que Hamas tiene una gran reserva de suministros, incluyendo alimentos, combustible y medicinas.

La guerra comenzó el 7 de octubre después de que Hamas atacó Israel y mató a unas mil 200 personas, de acuerdo con funcionarios israelíes. En represalia, Israel lanzó un bombardeo aéreo del empobrecido enclave, seguido por una invasión terrestre que ha desplazado a alrededor del 85 por ciento de la población.

El Ministerio de Salud de Gaza afirma que más de 20 mil palestinos han muerto en la guerra, y ha destruido gran parte de la infraestructura civil y la economía del territorio. Israel también ha impuesto un sitio a Gaza de meses, cesando el suministro de la mayoría del agua, alimentos, combustible y medicinas.

Human Rights Watch ha acusado a Israel de castigar colectivamente a los civiles de Gaza por las acciones de Hamas y de “utilizar la hambruna de civiles como método de guerra”. Ambos son potenciales crímenes de guerra.

Al inicio de la guerra, los funcionarios israelíes prometieron negar la ayuda humanitaria a Gaza. “He ordenado un sitio completo a la Franja de Gaza: no habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible”, dijo Yoav Gallant, el Ministro de Defensa, el 9 de octubre.

$!Palestinos se agolparon para una comida gratis en Rafah, en Gaza. La escasez de alimentos es tan extrema que cumple el primer criterio de una hambruna. (Ahmad Hasaballah/Getty Images)

No se permitió la entrada de nada durante las dos primeras semanas. Luego comenzaron a llegar algunas entregas, pero no se permitió la entrada de combustible hasta el 18 de noviembre.

En las últimas semanas, Israel ha permitido que entre 100 y 120 camiones entren a Gaza diariamente, dijo Guillemette Thomas, coordinadora médica de Médicos Sin Fronteras con sede en Jerusalén. Eso está muy por debajo de lo que se necesita, afirmó.

Levy, el portavoz del Gobierno, rechazó el mes pasado la idea de que Israel estaba impidiendo o retardando el flujo de ayuda. “Rechazamos categóricamente las acusaciones despreciables y difamatorias de que Israel está de alguna manera obstruyendo la entrega de ayuda humanitaria a Gaza”, dijo.

“Si quieren que llegue más comida y agua a Gaza, deberían enviar más comida y agua a Gaza”, añadió, refiriéndose a los grupos de ayuda. Pero Philippe Lazzarini, director de la agencia de las Naciones Unidas que ayuda a los palestinos, dijo recientemente que las entregas eran “limitadas en cantidades y plagadas de obstáculos logísticos” impuestos por Israel.

Entre ellos se incluye un proceso de verificación largo y complicado, un veto a la entrega de bienes comerciales a mercados y empresas privadas, y un acceso restringido a gran parte de Gaza, ya sea por ataques aéreos, combates o puestos de control militares israelíes.

Gaza entró rápidamente en una espiral de catástrofe humanitaria cuando comenzó la guerra porque ya llevaba muchos años sumida en una profunda crisis.

Israel y Egipto impusieron un sitio al territorio después de que Hamas asumió el poder en el 2007, cortando en gran medida la actividad económica de Gaza con el mundo exterior. El sitio hizo que hasta el 80 por ciento de los habitantes de Gaza dependieran de la ayuda humanitaria incluso antes de la guerra, dijo la ONU.

Azmi Keshawi, analista de la organización de investigación International Crisis Group, dijo que incluso si Israel dice que no considera su guerra como una guerra contra la población de Gaza, son los civiles los que están pagando el precio más alto.

“Nuestra pesadilla diaria es ir a buscar comida”, dijo Keshawi, quien huyó de la ciudad de Gaza en el norte y ahora vive en una tienda de campaña en una acera en Rafah con sus hijos. “No puedes encontrar harina”, dijo. “No puedes encontrar levadura para hacer pan. No puedes encontrar ningún tipo de comida”.

Cuando se puede encontrar comida a la venta, dijo, los precios se han disparado. En Rafah, un saco de harina que podría haber costado 13 dólares antes de la guerra ahora se vende por entre 138 y 165 dólares.

Miles de personas desplazadas que huyeron a Rafah, una de las pocas zonas “seguras” en Gaza hoy, ahora batallan para pagar una lata de atún, que antes costaba menos de 30 centavos y ahora cuesta más de 1.50 dólares, dijo.

“Estas personas abandonaron sus casas sin dinero”, dijo. “Sobrevivir se convierte en un reto”.

Roni Rabin y Jonathan Reiss contribuyeron con reportes.

© 2024 The New York Times Company

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