¿Kim Jong-un planea un ataque ?

La estrategia de Corea del Norte ha sido armar provocaciones militares, algunas destinadas a reforzar la disciplina interna, otras a exigir atención de sus vecinos y de Estados Unidos.

Kim Jong-un, líder norcoreano, ha lanzado nuevas amenazas contra Corea del Sur. Visitando una planta de municiones.

jue 25 de enero de 2024 a las 17:28

Por Choe Sang- Hun/ The New York Tim

SEÚL — Corea del Norte disparó cientos de proyectiles de artillería en aguas cercanas a las islas fronterizas de Corea del Sur el 5 de enero. Días después, dijo que ya no consideraba al Sur como habitado por “compatriotas” sino como un “Estado hostil” al que subyugaría mediante una guerra nuclear. El 19 de enero, dijo que había probado un dron nuclear submarino para ayudar a repeler las flotas de la Marina estadounidense.

Ese nuevo redoble de amenazas, mientras Estados Unidos y sus aliados han estado ocupados con las guerras en Ucrania y Medio Oriente, ha hecho que los analistas se pregunten si Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte, está planeando ejercer más fuerza militar.

Durante décadas, la estrategia de Corea del Norte ha sido armar provocaciones militares —algunas destinadas a reforzar la disciplina interna, otras a exigir atención de sus vecinos y de Estados Unidos.

Pero para varios observadores de Corea del Norte, la ronda más reciente de señales de Kim luce diferente. Algunos lo toman como un indicio de que el Norte se ha desilusionado de buscar un acercamiento diplomático con Occidente, y unos cuantos ven la posibilidad de que el País esté planeando un ataque repentino contra Corea del Sur.

Los analistas ampliamente coinciden en que Corea del Norte ha estado cambiando su postura en los últimos años, obligada por problemas internos, incluyendo una economía moribunda y desabasto de alimentos, y frustraciones en su diplomacia, como el fracaso de Kim para lograr un fin de las sanciones internacionales vía diplomacia directa con el Presidente Donald J. Trump. Y la mayoría está de acuerdo en que la reciente cercanía del Norte con Rusia, incluyendo el suministro de proyectiles de artillería y misiles para su uso en Ucrania, cambiará las reglas del juego de alguna manera.

Aún así, muchos dicen que el objetivo de Kim sigue siendo que Washington acepte a su País como una potencia nuclear.

“Los norcoreanos no iniciarán una guerra a menos que decidan volverse suicidas; saben muy bien que no pueden ganar la guerra”, dijo Park Won-gon, experto en Corea del Norte de la Universidad Femenil Ewha, en Seúl. “Pero les encantaría que sus enemigos creyeran que podrían hacerlo, porque eso podría conducir a acercamientos y posibles concesiones, como el alivio de las sanciones”.

Otros señalaron que el Norte podría realizar ataques convencionales más pequeños y pruebas de armas más audaces sin desencadenar una respuesta mortal.

“Hay muchos peldaños en la escalera de la escalada que Corea del Norte puede subir antes de una guerra total”, dijo Victor Cha, experto en Corea del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington.

Desde que Kim llegó al poder en el 2011, ha desarrollado la capacidad nuclear de Corea del Norte, usándola como elemento disuasivo y como herramienta de negociación para tratar de obtener concesiones de Washington, como la eliminación de las sanciones de la ONU, para lograr el crecimiento.

Hay dudas de que Corea del Norte ya haya construido un misil balístico intercontinental confiable que pueda apuntar a Estados Unidos. Pero dos de los principales enemigos de Corea del Norte, Corea del Sur y Japón, están mucho más cerca.

Kim se ha esforzado para señalar que ya no ve a EU como un socio negociador fundamental, sino que visualiza una “neoguerra fría” en la que EU está en retirada a nivel mundial. Ha mejorado agresivamente los vínculos militares con Rusia y, a cambio, muy probablemente ha obtenido promesas rusas de ayuda alimentaria y tecnológica para sus programas armamentistas, dicen los funcionarios.

Pese a su propia postura militar agresiva en los últimos años, China podría resultar un freno a cualquier aventurismo militar norcoreano.

“Una guerra en la Península de Corea sería desastrosa para Beijing”, dijo John Delury, profesor de estudios chinos en la Universidad Yonsei, en Seúl. “Todo un medio siglo de paz en el este de Asia, un periodo de crecimiento sin precedentes para la República Popular China, se detendría abruptamente”, dijo.

Estados Unidos se ha apoyado durante mucho tiempo en Beijing para controlar a Corea del Norte. Al acercarse a Moscú, Kim ha estado ejerciendo su propia presión sobre el líder de China, Xi Jinping.

“Es notable que Kim haya hecho su primer viaje postpandemia al Lejano Oriente ruso, evitando China, y acaba de enviar a su Ministro de Relaciones Exteriores a Moscú, no a Beijing”, dijo Delury.

Al elevar las tensiones, Kim “puede ver lo que Xi está dispuesto a hacer para aplacarlo”, añadió.

© 2024 The New York Times Company

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