Hay crisis migratoria en Colombia

Los inmigrantes en Bogotá provienen principalmente de países de África occidental como Guinea, Mauritania, Senegal y Sierra Leona y algunos de Somalia

El Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá hoy es un centro para inmigrantes africanos que esperan llegar a EU.

vie 8 de marzo de 2024 a las 18:20

Por Annie Correal / The New York Times

BOGOTÁ, Colombia — Al tiempo que un número récord de personas cruza a Estados Unidos, la frontera sur de EU no es el único lugar donde se está desarrollando la crisis migratoria.

A unos 4 mil 800 kilómetros al sur, en el principal aeropuerto internacional de Colombia, cientos de inmigrantes africanos han estado llegando todos los días, pagando a los traficantes aproximadamente 10 mil dólares por paquetes de vuelos que esperan les ayuden a llegar a Estados Unidos.

El aumento de africanos en Bogotá, que comenzó el año pasado, es un claro ejemplo de cómo uno de los movimientos globales de personas más grandes en décadas está cambiando los patrones migratorios.

Con algunos países africanos enfrentando crisis económicas y zozobra política y Europa tomando medidas enérgicas contra la inmigración, muchos más africanos están haciendo un viaje mucho más largo a Estados Unidos.

$!Algunos viajeros de África pasan días en el aeropuerto de Bogotá antes de poder continuar a su próximo destino.

Los inmigrantes en Bogotá provienen principalmente de países de África occidental como Guinea, Mauritania, Senegal y Sierra Leona, aunque algunos proceden de lugares tan al este como Somalia.

Se dirigen a Nicaragua, el único país centroamericano donde ciudadanos de muchas naciones africanas —y de Haití, Cuba y Venezuela— pueden ingresar sin visa. Los expertos dicen que Daniel Ortega, el Presidente nicaragüense, flexibilizó los requisitos de visa en los últimos años para obligar a Estados Unidos a levantar las sanciones a su gobierno autoritario.

Para llegar a Nicaragua, los migrantes vuelan a centros como Estambul y luego a Colombia, de donde muchos vuelan a El Salvador y luego a Nicaragua. Una vez allí, se dirigen por tierra hacia México y la frontera con EU.

El recorrido, que los empleados de la aerolínea han llamado “la ruta de lujo”, pasa por alto el Tapón del Darién, el peligroso paso selvático que une América del Sur y del Norte.

El año pasado, 60 mil africanos entraron a México camino a EU, contra menos de 7 mil el año anterior, reportaron las autoridades mexicanas.

$!Migrantes africanos en el aeropuerto El Dorado de Bogotá esperan un vuelo a El Salvador, parte de su viaje a EU. (Federico Rios para The New York Times)

Un vuelo diario desde Estambul al Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, vía Turkish Airlines, se ha convertido en la ruta más popular para los inmigrantes africanos que intentan llegar a Nicaragua, dicen funcionarios de la aerolínea. Pero otras rutas —desde España y Marruecos, con escalas en Colombia o Brasil— también viven un auge.

Las autoridades dicen que agentes de viajes en África compran boletos a granel que luego revenden obteniendo ganancias. Hacen publicidad en línea, incluyendo en grupos de WhatsApp como uno en Guinea con miles de miembros llamado “Salgamos del País”.

Carlos Fernando García, director de migración de Colombia, dijo que un gran número de africanos comenzaron a aparecer en el aeropuerto de Bogotá la primavera pasada después de que el Gobierno suspendió los requisitos de visas en tránsito para ciudadanos de varios países africanos para estimular el turismo.

Algunos migrantes en el aeropuerto de Bogotá han tenido que esperar vuelos de conexión programados días después de su llegada. Otros se han quedado varados después de descubrir que El Salvador, el siguiente país en su itinerario, cobra a los africanos una tarifa de tránsito de mil 130 dólares.

El aeropuerto no tiene camas ni regaderas para los inmigrantes. La única comida y agua se vende en cafés caros. Ha habido brotes de gripe. En diciembre, dos niños africanos fueron encontrados en un baño tras haber sido abandonados por viajeros que no eran sus padres.

García dijo que las aerolíneas eran responsables de los pasajeros en el aeropuerto entre vuelos, no el Gobierno. Turkish Airlines no respondió a una solicitud de comentarios. Avianca, una aerolínea colombiana que opera varias rutas usadas por migrantes africanos con destino a Nicaragua, dijo estar obligada a transportar pasajeros que cumplieran con los requisitos de viaje.

Algunos inmigrantes se han encontrado atrapados en el aeropuerto. Kanja Jabbie, un ex oficial de policía de Sierra Leona, dijo que pagó 10 mil dólares para viajar a Nicaragua. Pero se enteró de la tarifa de tránsito que exige El Salvador sólo después de llegar a Colombia.

No tenía efectivo, dijo, y no hay lugar para recibir fondos transferidos en la terminal, ni siquiera un cajero automático.

“Estoy atorado”, dijo Jabbie, de 46 años, que pasó tres días en la terminal, sobreviviendo a base de té.

La tarifa que El Salvador impuso el otoño pasado, denominándola “tarifa de mejoras aeroportuarias”, ha sido una de las principales causas del retraso de pasajeros en Bogotá, dijeron funcionarios de la aerolínea.

El área alrededor de la Puerta A9, de donde salen vuelos diarios a San Salvador, está llena de migrantes. La gente duerme en un rincón o se arrodilla en oración musulmana, usando mantas de avión.

Desde diciembre, cuando dos niños migrantes fueron abandonados en el aeropuerto, las autoridades colombianas han adoptado una postura más dura.

Las aerolíneas están obligadas a verificar que los niños viajan con adultos que sean sus padres, y las autoridades colombianas las presionan para que permitan subir a bordo sólo a personas que tengan un vuelo de conexión en las 24 horas siguientes.

Los funcionarios de migración también han comenzado a arrestar a migrantes cuyos boletos han vencido, que permanecen en el aeropuerto por más de un día o que provienen de un puñado de países africanos de los cuales Colombia todavía requiere una visa de tránsito. Los están poniendo en vuelos de regreso a Estambul. Jabbie fue uno de ellos.

El mes pasado, tres mujeres de Camerún se resistieron y fueron arrastradas gritando por el aeropuerto por agentes de migración y la policía y fueron golpeadas repetidamente con una Taser, dijeron.

“Cuando colapsamos, nos subieron al avión”, dijo Agnes Foncha Malung, de 29 años.

Las mujeres fueron retenidas en el aeropuerto de Bogotá durante varios días por lo que las autoridades de migración les dijeron eran problemas de visa antes de ser deportadas. Malung dijo que había pagado 11 mil 500 dólares por el viaje.

Las autoridades de migración no respondieron a solicitudes de comentarios sobre el incidente.

Aun así, muchos migrantes africanos han llegado a Estados Unidos. Mouhamed Diallo, de 40 años, periodista que impartía cursos universitarios en Conakry, la capital de Guinea, llegó al aeropuerto La Guardia de Nueva York —su noveno aeropuerto en 17 días— un frío día de enero.

Había viajado por Centroamérica y México en vehículos de contrabandistas, dijo, y se la pasó titiritando toda la noche en Arizona antes de que la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos lo detuviera y solicitara asilo.

Tras ser liberado con una fecha para comparecer en el tribunal de inmigración, viajó a Nueva York para reunirse con su hermano. Cuando se le preguntó si enviaría a su esposa e hijos por la misma ruta, Diallo dijo: “No, jamás.

“Nunca en mi vida”, añadió. “Quedé traumado”.

Genevieve Glatsky, Federico Rios, Ruth Maclean, Mady Camara y Safak Timur contribuyeron con reportes.

© 2024 The New York Times Company

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