Granjas de pinos navideños son hábitats para la fauna silvestre

Los beneficios ecológicos de los pinos navideños son la razón por lo que muchos ambientalistas promocionan la compra de estos árboles

Por lo común, dos o tres retoños son sembrados por cada pino navideño cosechado. Abetos en una granja en Quebec.

vie 22 de diciembre de 2023 a las 16:2

Por: Cara Buckley/ The New York Times
Unos años luego de que la Sociedad para la Protección de los Bosques de New Hampshire inició una granja de pinos navideños, Nigel Manley, quien supervisaba las operaciones, empezó a notar algunos sucesos interesantes entre las hileras de fragantes álamos de bálsamo y abetos Fraser que bordeaban el terreno.

En la primavera, las áreas alrededor de los árboles más jóvenes atraían aves que anidan en el suelo, como tordos —pájaros cantores que migran hacia y desde Sudamérica— frailecillos y becadas, que aprovechaban los espacios abiertos para realizar sus vuelos de cortejo y criar a sus polluelos.

Ciervos ocultaban a sus crías entre la hierba crecida. Ampelis y petirrojos anidaban en árboles más viejos. Ratones y topillos atraían zorros y aves de rapiña que se daban un festín cuando se podaba la maleza.

En estos tiempos climáticamente peligrosos, cuando las propiedades refrescantes y oxigenantes de los árboles nunca habían sido más valoradas, parece contradictorio apoyar su tala.

Sin embargo, los beneficios ecológicos de los pinos navideños naturales son la razón por la que muchos ambientalistas los promocionan por encima de las versiones artificiales a base de petróleo.

$!Sólo una pequeña parte de los pinos navideños de una granja es cosechada cada año. Pinos recién talados en Oregon.

Las granjas de pinos de Navidad pueden funcionar como bosques jóvenes, explicó Andy Finton, un ecologista forestal con la organización Nature Conservancy, en Massachusetts.

Por lo general, se plantan de dos a tres retoños por cada árbol cosechado y las granjas a menudo se cultivan en tierras agrícolas que de otro modo no serían aprovechadas, indica la Asociación Nacional de Pinos Navideños.

“Extraen carbono de la atmósfera”, dijo Finton. “Limpian el aire y, en muchos casos, el agua potable”.

Con intensas presiones de desarrollo y una pérdida acelerada de bosques naturales, las granjas de pinos pueden ofrecer hábitats para la fauna silvestre, afirmó.

Un estudio alemán publicado el año pasado halló que las plantaciones de coníferas podrían brindar refugio a aves agrícolas amenazadas.

Hace 10 años, investigadores documentaron 80 especies de plantas en granjas de pinos en Carolina del Norte, entre ellos el algodoncillo que crecía alrededor de un metro en los bordes de los plantíos, lo que atraía a 17 géneros de abejas e insectos depredadores que se alimentaban de plagas de árboles.

El apoyo a las granjas no es universal. Nathan Donley, el director de salud ambiental en el Centro para la Diversidad Biológica, dijo que un pino natural era mucho mejor que uno de plástico, y que las granjas de pinos navideños eran ecológicamente superiores a los campos de golf o deportivos.

Sin embargo, precisó que las grandes granjas de pinos por lo normal eran plantaciones de monocultivo muy apretujadas. Si bien los cultivos alimentarios por lo común son fumigados más veces al año, expresó que le preocupaba que el ciclo de crecimiento más largo de los pinos de Navidad pudiera significar una carga acumulativa más pesada de pesticidas, que podría terminar en los ríos.

No obstante, Bert Cregg, profesor de horticultura y silvicultura en la Universidad Estatal de Michigan, dijo que los productores de pinos de Navidad a menudo buscan minimizar el uso de químicos costosos porque muchos viven en granjas.

David Mizejewski, un experto en naturaleza con la Federación Nacional de Vida Silvestre, declaró que los pinos navideños no deberían ser vistos como un reemplazo de la naturaleza intacta: “aliento a la gente a ver las cosas a través de una lente ecológica, donde todo tiene un ciclo de vida”.

© 2023 The New York Times Company

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