Falsifican percepción de los migrantes

Los videos de inmigrantes en Panamá se han convertido en armas en la batalla en materia de inmigración, según lo han manifestado los expertos

Laura Loomer, una activista de derecha, entrevistó a Ayub Ibrahim, un migrante somalí de 20 años, en Panamá.

sáb 6 de abril de 2024 a las 19:6

Por Ken Bensinger / The New York Times

METETÍ, Panamá — Ayub Ibrahim acababa de emerger de la jungla. Todavía le dolían los pies. Un mes antes, había abandonado su hogar en Somalia, huyendo de una guerra civil, dijo, viajando primero a Turquía, luego a Brasil y finalmente cruzando a pie una extensión de 106 kilómetros conocida como el Tapón del Darién. Descansando en el sofocante campamento de inmigrantes San Vicente, en Panamá, con cientos de otros recién llegados, de repente se encontró rodeado por media docena de estadounidenses con cámaras de video.

“¿Les cae bien Ilhan Omar?”, preguntó una persona. “¿Qué opinan de Joe Biden?”.

Ibrahim, de 20 años, dijo que admiraba a Omar, la primera somalí-estadounidense en servir en el Congreso de Estados Unidos. No sigue la política estadounidense, añadió, pero cree que Biden es un buen Presidente. Cuando se le preguntó si el Presidente Joseph R. Biden Jr. o el ex Presidente Donald J. Trump sería mejor para los inmigrantes, eligió a Biden.

Más tarde, Ibrahim diría que se había sentido emboscado y confundido por las preguntas. No tenía intención de hacer una declaración política. Pero para entonces ya era demasiado tarde.

Una de sus interlocutores, Laura Loomer, activista de derecha y ex candidata republicana al Congreso, ya había publicado en línea un vídeo editado de la conversación. Se diseminó por internet, acumulando casi 2 millones de visitas en X.

El título decía: “¡Ilegales somalíes proclaman su apoyo a Ilhan Omar y Joe Biden dentro del campamento de migrantes en Panamá!”

A medida que la inmigración se convierte en un tema dominante en la carrera presidencial estadounidense del 2024, los medios de comunicación de derecha han estado inundados de videos crudos y a menudo engañosos de migrantes que emergen del Tapón del Darién, un tramo sin caminos de la selva panameña que se ha convertido en un cuello de botella para miles de personas camino a Estados Unidos.

Los videos son presentados como prueba de lo que los republicanos suelen describir como una “invasión” de terroristas musulmanes, espías chinos y criminales latinoamericanos. Publicados en las redes sociales, los videos culpan a Biden de la migración y sugieren, falsamente, que los demócratas están alentándolo para crear nuevos electores ilegales. Las organizaciones de ayuda internacional son retratadas como especuladores que lucran con la miseria humana.

The New York Times rastreó gran parte de ese contenido al trabajo de Michael Yon, un ex boina verde del Ejército de EU que se ha convertido en el guía turístico de cabecera para periodistas, políticos e influencers de las redes sociales de derecha que desean ver el Tapón del Darién.

El contenido creado por los visitantes ha acompañado conversaciones sobre inmigración en Fox News, el programa en línea de Tucker Carlson e incluso para el propio Trump. El candidato presidencial republicano volvió a publicar un video realizado por Loomer.

Escuchando entrevistas

El Times siguió a un grupo mientras recorría los campamentos al borde del Tapón del Darién, observando cómo los participantes entrevistaban a los migrantes. Los influencers gravitaban hacia inmigrantes de África, China y Medio Oriente, bombardeándolos con preguntas políticas.

Cuando se le preguntó si grupos humanitarios le habían dado dinero, Ibrahim dijo que no. También dijo que, como musulmán, apoyaba la igualdad de derechos para las mujeres y se oponía a la discriminación contra los homosexuales. Esas partes de la entrevista fueron eliminadas de la versión publicada en línea.

En una entrevista con un programa al aire en Infowars, la plataforma de extrema derecha, Loomer cuestionó si los musulmanes con los que se encontró, incluido Ibrahim, eran “jihadistas o personas con tendencias jihadistas”.

Al día siguiente, en un autobús con destino a Costa Rica, Ibrahim dijo que lamentaba la experiencia. “Ella quería dar una mala imagen de los inmigrantes al mundo”, dijo sobre Loomer. “Sus preguntas no fueron justas”.

Los videos de inmigrantes en Panamá se han convertido en armas en la batalla en materia de inmigración, dijeron los expertos. El contenido, repetido una y otra vez en línea, es muy efectivo, particularmente para crear la percepción de la amenaza de violencia, dijo Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de ciencias políticas en la Universidad George Mason, en Virginia.

Señaló que las imágenes tienden a centrarse en hombres jóvenes y excluyen a mujeres y niños, quienes podrían generar respuestas más compasivas. A menudo se hace referencia a los inmigrantes como “hombres en edad militar” e “invasores” y sus afirmaciones de persecución política o religiosa en su país a menudo son desestimadas como falsedades.

Los influencers en las giras argumentan que están arrojando luz sobre una crisis que los medios tradicionales no cubren.

Centrarse en los inmigrantes musulmanes y chinos puede crear una impresión distorsionada. Aproximadamente el 90 por ciento de las 520 mil personas que cruzaron el Tapón del Darién el año pasado eran sudamericanos y caribeños, afirma el Gobierno panameño. La gran mayoría de ese grupo proviene de Venezuela, Ecuador y Haití, países que experimentan zozobra económica y política.

El número de inmigrantes de África, China y Medio Oriente ha aumentado en los últimos dos años, pero es menos del 8 por ciento del total. Panamá investiga a los inmigrantes de esas regiones en busca de vínculos criminales o terroristas. Hasta ahora, la amenaza que podrían representar es teórica.

“La tergiversación de los migrantes que cruzan el Tapón como invasores o ilegales pone en riesgo sus vidas”, dijo Sandie Blanchet, representante de la UNICEF en Panamá.

El guía turístico

En una calurosa tarde de febrero afuera de un campamento de migrantes del Gobierno al borde del Río Chucunaque, Yon acompañó a un reportero y fotógrafo de The Epoch Times colina arriba, deteniéndose a señalar a tres cansados migrantes venezolanos que cruzaban cojeando un puente.

“Si perdemos esto, se acabó”, afirmó. “¿Sabes lo que quiero decir? EU se acabó”.

Yon siempre ha tenido una habilidad especial para llamar la atención. En su autobiografía, relata haber matado a un hombre a mano limpia en una pelea en un bar. (Los cargos en su contra finalmente fueron desestimados). Más tarde acaparó titulares como bloguero y fotógrafo en la línea del frente en el apogeo de las guerras en Irak y Afganistán. Desde entonces, se ha sumergido en la política de derecha en todo el mundo. El 6 de enero del 2021, se encontraba afuera del Capitolio de Estados Unidos y luego dijo falsamente que los alborotadores fueron incitados por “agentes provocadores”.

Ese año fue un punto de inflexión para la migración a través del Tapón del Darién. Lo que había sido un hilo de apenas unas cuantas miles de personas que cruzaban el Tapón cada año se convirtió en un torrente de 133 mil, un incremento impulsado en gran medida por haitianos que huían del caos económico.

Yon llegó a Panamá en febrero de ese año. Calcula que ha llevado hasta 60 personas a ver los campamentos y trata de permanecer detrás de escena. “Sólo quiero que la gente lo vea por sí misma y tome una decisión”, dijo. Pero a menudo se retrata como un experto, y participa en frecuentes entrevistas con el teórico de la conspiración Alex Jones, así como en un video del 2022 titulado “Invasión de Extranjeros” producido por el diputado Andy Biggs, un republicano de Arizona.

Lazos con el Gobierno

Yon dice que no lucra con los viajes. Él y sus giras a menudo apuntan a las organizaciones humanitarias de la zona, reservando una ira particular para la Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas. Los grupos, dicen, incentivan la migración brindando atención médica, apoyo psicológico y nutrición antes y después de que los migrantes emprenden el viaje. Eso se paga con contribuciones gubernamentales y donativos privados, fondos que Yon llama “ganancias” que motivan a los grupos a alentar una mayor migración.

Diego Beltrán, director interino para América Central, del Norte y el Caribe de la organización de migración, disputó la caracterización y señaló que la ONU no lucra de sus actividades. La agencia ha ayudado a más de 4 millones de inmigrantes a establecerse legalmente en Sudamérica en lugar de trasladarse al norte a EU, dijo.

Yon ha forjado vínculos estrechos con el Gobierno panameño, particularmente con su patrulla fronteriza. Sus grupos han tenido frecuentemente acceso a instalaciones para inmigrantes, a diferencia muchas veces de los periodistas tradicionales. Recientemente, un guardia fronterizo impidió que los periodistas de The Times viajaran a una aldea indígena donde Yon, junto con influencers estadounidenses, estaban filmando. Aunque no hubo otros testigos del episodio, Loomer hablo de ello al día siguiente en Infowars, el sitio web de derecha fundado por Jones, diciendo que los periodistas de The Times eran vistos como un “riesgo de seguridad”.

Durante 10 días, visitó cuatro centros de migrantes, navegó ríos en canoas motorizadas, recorrió el Canal de Panamá y publicó casi 100 veces en X sobre su viaje. Un video tiene más de 4.5 millones de visitas. “Estamos siendo invadidos”, dijo en el video, mientras subía a un autobús con inmigrantes. “Estamos siendo reemplazados y no es casualidad que esto suceda en un año electoral”.

En el campamento San Vicente, Yazdan Faramehr, un fisicoculturista iraní de 29 años que habla buen inglés, estaba rodeado por estadounidenses empuñando cámaras de video. Mientras le hacían preguntas, él les dijo que esperaba un inicio nuevo en la gran comunidad persa de Los Ángeles. Pero Faramehr se sintió incómodo cuando Loomer comenzó a preguntar sobre iraníes que venían a Estados Unidos para “cometer actos de terrorismo islámico”.

Preocupado por llamar atención indeseada, pidió que el grupo no usara su imagen. Yon publicó un video en X de todos modos. Atrajo docenas de respuestas de personas que especulaban que Faramehr, quien dijo trabajar en recursos humanos en Teherán, era un intruso peligroso con una agenda secreta.

Contactado mientras viajaba al norte desde Panamá, Faramehr dijo que pensaba que era justo que “criticaran el sistema de inmigración de su País”, pero sentía que estaban tratando de atraparlo.

“Honestamente, quisiera no haber hablado nunca con ellos”, dijo.

Julie Turkewitz contribuyó con reportes a este artículo.

© 2024 The New York Times Company

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