EUA recluta a Australia para producción de armas

EUA y Australia han estado ultimando la producción conjunta de proyectiles de artillería no guiados de 155 milímetros, lo que describen como una victoria

Australia está a punto de producir miles de misiles guiados. Una fábrica de municiones en Benalla.

sáb 9 de marzo de 2024 a las 14:43

Por Damien Cave / The New York Times

MULWALA, Australia — Una evolución industrial en la maquinaria de guerra estadounidense está cobrando impulso en Australia. En fábricas de municiones con espacio para crecer, Australia está a punto de producir montones de proyectiles de artillería y miles de misiles guiados en asociación con empresas estadounidenses.

Fabricadas a las especificaciones del Departamento de Defensa de Estados Unidos, las armas no diferirán de las construidas en Estados Unidos, y sólo algunas permanecerán en Australia. El resto está destinado a ayudar a reponer las reservas estadounidenses o venderse a socios estadounidenses en una era de prolongadas guerras terrestres y amenazas de las principales potencias.

“No estamos comprando un producto básico, estamos invirtiendo en una empresa”, dijo el Brigadier Andrew Langford, director general australiano responsable de la fabricación nacional de armas guiadas y explosivos. “Y ahí es donde es realmente novedoso”.

$!Una fábrica en Benalla, Australia, fabrica una variedad de artefactos, como bombas para la Fuerza Aérea Australiana.

Acoger la producción conjunta refleja un despertar en Washington y otras capitales: Estados Unidos por sí solo no puede producir suficientes armas necesarias para una guerra prolongada y para la disuasión. Socios vulnerables como Taiwán enfrentan retrasos en los pedidos de equipo estadounidense, mientras las capacidades militares de China siguen creciendo.

Así que mientras el Departamento de Defensa de EU espera cambios a las leyes de la era de la Guerra Fría que priorizan proteger —no compartir— tecnología militar, y mientras los conflictos en Ucrania y Gaza llevan a las fábricas estadounidenses al límite, los funcionarios lideran una campaña para fabricar más armas estadounidenses con naciones amigas.

Polonia, Japón e India son algunos de los países que se encuentran en diversas fases de mancuernas de producción. Pero Australia, el aliado más cercano de EU, habiendo peleado junto a los estadounidenses en todos los conflictos desde la Primera Guerra Mundial, ha ido más lejos y más rápido.

Juntos, están probando un enfoque que exige mayor confianza, inversiones por miles de millones de dólares y compartir tecnología delicada. En un momento en que el Ejército chino tiene líneas de producción aparentemente interminables para buques de guerra y misiles, el impulso de Australia podría convertirlo en un “puercoespín”, con defensas más afiladas que disuadirían a China u otro adversario. También podría crear una industria de exportación de armas mucho mayor con el sello de aprobación de Estados Unidos —los funcionarios australianos han estado cabildeando por obtener una amplia exención a las leyes de exportación militar, un estatus que ahora sólo tiene Canadá.

Mulwala es un centro de la industria público-privada de explosivos de Australia. La mayor parte de un sitio de mil hectáreas allí es administrado por Thales, un contratista multinacional de defensa, que también supervisa la producción de municiones en un segundo sitio cercano, en Benalla. Ambas se ubican en terrenos gubernamentales con mucho espacio para la expansión.

Primero, Estados Unidos y Australia han estado ultimando la producción conjunta de proyectiles de artillería no guiados de 155 milímetros, que los funcionarios estadounidenses describieron como “una victoria inicial”.

En los próximos meses, Lockheed Martin, un contratista estadounidense, comenzará a ensamblar GMLRS (Sistemas de Lanzamiento Múltiple de Cohetes Guiados) con componentes estadounidenses, pasando de unas cuantas unidades a varios cientos. Con el tiempo, Australia espera producir alrededor de 3 mil GMLRS por año con al menos algunas piezas locales —muy probablemente las que dependen de la “energética”, un término que incluye los explosivos que se utilizan para hacer volar un misil y hacer estallar su objetivo.

En la visión del futuro de Estados Unidos y Australia, Australia y otros socios de EU pronto serán los nodos de una cadena de suministro global, produciendo armas intercambiables con mayor capacidad de expansión en más lugares donde podría necesitarse potencia de fuego adicional.

Las armas serían al menos en parte estadounidenses. Simplemente no habrán venido todas de Estados Unidos —y eso puede facilitar mucho evitar una guerra o librarla.

“Occidente tiene una gran oportunidad para aprovechar su base industrial colectiva, para asegurar que mantengamos un orden global basado en reglas”, dijo el Mariscal Leon Phillips, el funcionario militar de mayor rango de Australia a cargo de armas guiadas y artefactos explosivos. “Nos estamos moviendo hacia un modelo ‘por si acaso’ y nos estamos alejando del modelo ‘justo a tiempo”.

© 2024 The New York Times Company

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