Estos alimentos ayudan a reducir el riesgo de cáncer

Expertos sugieren que consumir más de cuatro o cinco porciones de vegetales crucíferos por semana está asociado con una reducción en el riesgo de cáncer

Investigadora del Centro Oncológico Fred Hutchinson explica que una buena alimentación puede ayudar a prevenir el cáncer.

jue 14 de diciembre de 2023 a las 11:45

Por Nikki Campo/ The New York Times

Una buena alimentación puede ayudar a prevenir el desarrollo de algunos tipos de cáncer. Pero saber qué comer no siempre está claro, apuntó Johanna Lampe, investigadora de prevención del cáncer en el Centro Oncológico Fred Hutchinson, en Seattle.

Aunque ningún alimento puede prevenir el cáncer por sí solo, indicaron expertos, he aquí algunos que vale la pena agregar a su plato.

Brócoli y sus primos: Las verduras crucíferas como brócoli, coles de Bruselas, coliflor y repollo son fuentes ricas en isotiocianatos, compuestos vegetales que ayudan a nuestras células a eliminar toxinas y repararse a sí mismas, lo que es crucial para la prevención del cáncer, dijo Lampe.

Los brotes de brócoli, por ejemplo, son ricos en isotiocianato sulforafano, que ha sido relacionado con la protección contra varios tipos de cáncer, como el de próstata, mama, vejiga y colorrectal.

La investigación sugiere que consumir más de cuatro o cinco porciones de vegetales crucíferos por semana está asociado con una reducción en el riesgo de cáncer.

Tomates: Durante mucho tiempo, estudios han relacionado los tomates con un menor riesgo de cáncer de próstata gracias a sus abundantes reservas de licopeno, un potente antioxidante que les da su color rojo. E investigación limitada ha hallado que el licopeno también puede proteger contra otros cánceres como el de mama, pulmón y colorrectal.

Frijoles y otras legumbres: Las variedades comunes de frijol, como frijoles negros y rojos, y legumbres como garbanzos, chícharos secos y lentejas, son excelentes fuentes de fibra, que está relacionada con la prevención del cáncer colorrectal. Las bacterias de nuestro intestino descomponen la fibra y la convierten en combustible para las células que recubren el colon, lo que las mantiene sanas y menos propensas a convertirse en células cancerosas, dijo Nigel Brockton, vicepresidente de investigación del Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer, en Washington.

Nueces: Las nueces de árbol son ricas en grasas saludables, proteínas y fibra, y estudios han arrojado que quienes las consumen tienden a disminuir su riesgo de varios tipos de cáncer, especialmente los del sistema digestivo.

La nuez de Castilla, en particular, contiene niveles excepcionalmente altos de compuestos vegetales llamados elagitaninos, que nuestras bacterias intestinales convierten en metabolitos que pueden reducir la capacidad del cáncer para crecer y multiplicarse.

John Birk, un gastroenterólogo en la Universidad de Connecticut, dijo que era fácil detectar un “colon de nuez”. El revestimiento de la pared del colon “tiene una apariencia más saludable, una especie de reflejo brillante de la luz del endoscopio”, comentó.

Bayas: Las frutas carnosas como fresas, moras azules, arándanos, granadas y zarzamoras están repletas de antioxidantes como la vitamina C y flavonoides que ayudan a proteger las células del estrés y del daño al ADN que puede aumentar el riesgo de cáncer.

Compuestos vegetales llamados antocianinas dan a las bayas propiedades antiinflamatorias; y la inflamación “es un gran motor del cáncer”, señaló Brockton.

Dorothy Klimis-Zacas, profesora de nutrición clínica en la Universidad de Maine, dijo que un creciente conjunto de evidencia sugiere que ciertos compuestos en las bayas pueden ayudar a reducir la capacidad del cáncer para desarrollarse, crecer y multiplicarse.

Para obtener los mayores beneficios antiinflamatorios, trate de consumir una porción de bayas frescas o congeladas (e idealmente orgánicas) por día, indicó.

Ajo: Este allium de olor intenso contiene altos niveles de alicina, un compuesto sulfuroso responsable del olor del ajo y de su capacidad para combatir el cáncer.

En un estudio a largo plazo de más de 3 mil personas que viven en una región de China conocida por su alto índice de cáncer de estómago, investigadores hallaron que por cada kilo de ajo que los participantes consumían al año, tenían un riesgo 17 por ciento menor de desarrollar la enfermedad.

Eso equivale a unos cinco dientes de ajo por semana, comentó Wen-Qing Li, epidemiólogo oncológico en el Hospital Oncológico de la Universidad de Pekín en Beijing y coautor del estudio.

Li afirmó que comer ajo crudo ayudará a “mantener vivos los sabores y los químicos en su interior”.

© 2023 The New York Times Company

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