Reemplazan camiones a llaves en una seca España

España ha sido azotada por una larga sequía, causada por temperaturas récord en el 2022 y una serie de olas de calor en el 2023.

Camiones cisterna entregan agua potable todos los días a unos 80 mil residentes en el sur de España.

lun 30 de octubre de 2023 a las 22:35

Por Rachel Chaundler / The New York Times

Pozoblanco, España. A las 10:00 horas, los aldeanos hicieron fila detrás de un camión cisterna de agua potable. El dueño de una pastelería llegó con cuatro jarras grandes. Los trabajadores de una casa de retiro llevaron de vuelta 24 botellas en sillas de ruedas. Y una madre de cuatro hijos llenó su cajuela con agua fresca.

“Es una vergüenza”, dijo Antonio Luque, el dueño de la pastelería. “Ni siquiera podemos lavar los platos con agua de la llave. Está muy turbia”.

España ha sido azotada por una larga sequía, causada por temperaturas récord en el 2022, una serie de olas de calor en el 2023 y casi tres años de menor precipitación.

En todo el País, los embalses han quedado agotados; en las zonas más afectadas, están a menos del 20 por ciento de su capacidad.

La lucha diaria por agua potable en Pozoblanco, un pueblo de unos 18 mil habitantes en el sur de España, se ha convertido en un vistazo de lo que puede suceder en partes de Europa donde la sequía y el calor extremo se han vuelto cada vez más comunes.

Pozoblanco y otros 22 poblados en esta zona porcina y ganadera han requerido entregas de agua potable desde abril, cuando se secó el embalse de Sierra Boyera, que abastece la zona.

En abril, el Gobierno canalizó agua desde un embalse de respaldo, La Colada. También estaba en un mínimo histórico, lo que significa que la poca agua que quedaba tenía un mayor contacto con los sedimentos en su base, donde se acumulan los desechos de granjas y pueblos.

A los pocos días de conectar el embalse a los pueblos, se descubrió que el agua de La Colada estaba contaminada. En septiembre se retiraron más de 16 toneladas de peces muertos de las orillas de La Colada.

Camiones cisterna

Desde abril, se ha desplegado una flota de camiones cisterna para entregar 180 mil litros de agua potable al día a unos 80 mil residentes de la provincia. Pero muchos aún utilizan el agua contaminada para bañarse y para tareas domésticas.

No es sólo la sequía la que ha causado problemas en la región, dijo María José Polo, profesora de ingeniería hidráulica en la Universidad de Córdoba. La ganadería ha provocado un mayor consumo de agua que hace décadas. Las aguas subterráneas y los pozos utilizados por los agricultores se han agotado, afirmó.

Unidos por el Agua, una plataforma ciudadana, dijo que se habría garantizado el suministro de agua potable si el embalse de Sierra Boyera hubiera sido conectado a uno de los embalses más grandes —y más llenos— de la región.

“Los políticos regionales llevan 30 años prometiendo una conexión”, dijo Miguel Aparicio, presidente del grupo.

Pero de aprobarse un proyecto de este tipo ahora, tardaría al menos dos años en construirse, dijo Polo.

Santiago Cabello Muñoz, Alcalde de Pozoblanco, reconoce que la falta de planificación es la razón por la que la infraestructura hídrica ha resultado insuficiente durante la sequía.

“Al corto plazo, han hecho lo que tenían que hacer con los camiones cisterna”, afirmó Polo. “No hay mucho más que se pueda hacer”.

© 2023 The New York Times Company

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