Elecciones y desinformación chocan

En los países con elecciones generales previstas para este año, la desinformación se ha convertido en una gran preocupación para un gran número de personas

Taiwán enfrentó campañas de desinformación chinas en sus recientes elecciones, ganadas por Lai Ching-te (centro)

sáb 3 de febrero de 2024 a las 13:36

Por Tiffany Hsu, Stuart A. Thompson y Steven Lee Myers / The New York Times

Miles de millones de personas votarán en elecciones importantes este año —alrededor de la mitad de la población mundial, arrojan algunas estimaciones— en uno de los ejercicios democráticos más grandes y trascendentes que se recuerden. Los resultados afectarán la forma en que operará el mundo en las próximas décadas.

Al mismo tiempo, las narrativas falsas y las teorías de conspiración se han convertido en una amenaza cada vez más global.

Acusaciones infundadas de fraude electoral han golpeado la confianza en la democracia. Campañas de influencia extranjera apuntan con regularidad a retos internos polarizantes. La inteligencia artificial ha potenciado los esfuerzos de desinformación y distorsionado las percepciones de la realidad. Todo ello mientras las principales empresas de redes sociales han reducido sus salvaguardias y reducido el tamaño de sus equipos electorales.

“Casi todas las democracias están bajo presión, independientemente de la tecnología”, dijo Darrell M. West, miembro senior del grupo de expertos Brookings Institution en Washington. “Cuando a eso le agregas desinformación, simplemente creas muchas oportunidades para jugarretas”.

Es, dijo, una “tormenta perfecta de desinformación”.

Lo que está en juego es enorme.

La democracia, que se extendió globalmente después del fin de la Guerra Fría, enfrenta crecientes desafíos en todo el mundo —desde la migración masiva hasta los trastornos climáticos, desde las desigualdades económicas hasta la guerra. El que muchos países batallen para responder adecuadamente a estas pruebas ha erosionado la confianza en las sociedades liberales y pluralistas, abriendo la puerta a llamados de populistas y líderes caudillos.

$!Un mitin en el 2022 para Imran Khan, el ex líder de Pakistán, que vota el 8 de febrero.

Los países autocráticos, encabezados por Rusia y China, han aprovechado las corrientes de descontento político para promover narrativas que socavan la gobernanza y el liderazgo democráticos, a menudo patrocinando campañas de desinformación. Si esos esfuerzos tienen éxito, las elecciones podrían acelerar el reciente aumento del autoritarismo. Fyodor A. Lukyanov, analista del Consejo de Política Exterior y de Defensa, un grupo de expertos en Moscú alineado con el Kremlin, dijo que 2024 “podría ser el año en el que las élites liberales de Occidente pierdan el control del orden mundial”.

Agresivos actores estatales

Entre las mayores fuentes de desinformación en las elecciones están los gobiernos autocráticos. Los expertos dicen que es probable que Rusia, China e Irán intenten trastornar las elecciones en otros países, incluyendo la elección presidencial estadounidense de este año. Los países ven este año como “una verdadera oportunidad para avergonzarnos en el escenario mundial, explotar las divisiones sociales y simplemente socavar el proceso democrático”, dijo Brian Liston, analista de seguridad digital en Recorded Future.

La compañía examinó un esfuerzo de influencia rusa que Meta identificó el año pasado, llamado Doppelgänger, que parecía hacerse pasar por organizaciones noticiosas internacionales y creaba cuentas falsas para difundir propaganda rusa en Estados Unidos y Europa. Doppelgänger parecía haber utilizado inteligencia artificial para crear medios de comunicación dedicados a la política estadounidense, con nombres como Election Watch y My Pride.

Las teorías de conspiración —como las afirmaciones de que Estados Unidos opera fábricas secretas de armas biológicas en Ucrania— han buscado desacreditar la influencia estadounidense y europea en todo el mundo. Podrían aparecer en urdu en Pakistán y también emerger, con diferentes caracteres y lenguaje, en Rusia, cambiando la opinión en esos países a favor de políticos antioccidentales.

Polarización y extremismo

Un entorno cada vez más polarizado está generando discursos de odio y desinformación, que polarizan aún más a los electores. Una minoría motivada de voces extremistas, auxiliada por las redes sociales que refuerzan los prejuicios de los usuarios, a menudo está ahogando a una mayoría moderada.

Algunas de las voces más extremas se buscan unas a otras en plataformas de redes sociales alternativas como Telegram y Truth Social. Los llamados a detener preventivamente el fraude electoral —que históricamente es estadísticamente insignificante— se convirtieron recientemente en tendencia en esas plataformas, de acuerdo con Pyrra, una empresa que monitorea las amenazas y la desinformación.

Riesgo-recompensa de la IA

La inteligencia artificial “es prometedora para la gobernanza democrática”, dice un reporte de la Universidad de Chicago y la Universidad de Stanford, en California. Los chatbots con enfoque político podrían informar a los electores sobre cuestiones clave y conectar mejor a los electores con los funcionarios electos.

La tecnología también podría ser un vector para la desinformación. Imágenes falsas de IA han difundido teorías de conspiración como la afirmación infundada de un complot global para reemplazar a los europeos blancos con inmigrantes no blancos.

Lawrence Norden, que dirige el programa sobre elecciones en el Centro Brennan para la Justicia, un instituto de políticas públicas en Nueva York, dijo que la IA podría imitar grandes cantidades de materiales de oficinas electorales y difundirlos ampliamente. O podría fabricar sorpresas tardías, como el audio con indicios de intervención de IA lanzado durante las cerradas elecciones de Eslovaquia en el otoño.

“Todas las cosas que tienen algún tiempo de ser amenazas a nuestra democracia son potencialmente empeoradas por la IA”, dijo Norden en un panel en línea en noviembre.

A algunos expertos les preocupa que la simple presencia de herramientas de IA podrían debilitar la confianza en la información y permitir que los actores políticos descarten contenido real.

Otros dijeron que los temores, por ahora, son exagerados. La inteligencia artificial es “sólo una de muchas amenazas”, dijo James M. Lindsay, vicepresidente senior del Consejo de Relaciones Exteriores de Washington. “Yo no perdería de vista todas las formas a la antigüita de sembrar desinformación”, afirmó.

Reducción de protecciones

En los países con elecciones generales previstas para este año, la desinformación se ha convertido en una gran preocupación para una gran mayoría de las personas encuestadas por la UNESCO, la organización cultural de las Naciones Unidas. Y, sin embargo, los esfuerzos de las redes sociales para limitar el contenido tóxico recientemente han disminuido, si no es que se han revertido. Meta, YouTube y X, anteriormente Twitter, redujeron el tamaño o remodelaron los equipos responsables de mantener bajo control el material impreciso el año pasado, reporta Free Press, un grupo de defensa. Algunos ofrecen nuevas funciones, como transmisiones privadas unidireccionales, que son particularmente difíciles de monitorear. Meta y YouTube dijeron que estaban trabajando para proteger la integridad de las elecciones.

Nora Benavidez, consejera principal de Free Press, dijo que las empresas de redes sociales están comenzando el año con “poco ancho de banda, muy poca rendición de cuentas por escrito y miles de millones de personas en todo el mundo recurriendo a estas plataformas en busca de información” —lo que no es ideal para salvaguardar la democracia.

© 2024 The New York Times Company

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