El temor y ambición de Xi impulsan la aceleración nuclear china

Los estrategas militares de China ven a las armas nucleares no sólo como un escudo defensivo, sino también una espada potencial para intimidar y subyugar a los adversarios

China ha estado desarrollando misiles y submarinos más sofisticados que pueden realizar ataques nucleares.

vie 16 de febrero de 2024 a las 16:7

Por Chris Buckley/ The New York Times

TAIPEI, Taiwán — Diecinueve días después de asumir el poder como líder de China, Xi Jinping convocó a los generales que supervisaban los misiles nucleares del País y emitió una demanda contundente. China tenía que estar preparada para una posible confrontación con un adversario formidable, dijo, indicando que deseaba una capacidad nuclear más potente.

Su fuerza, dijo a los generales, debe promover “planes estratégicos para responder en las condiciones más complicadas y difíciles a la intervención militar de un enemigo poderoso”, de acuerdo con un resumen interno oficial de su discurso en diciembre del 2012, que fue verificado por The New York Times.

Públicamente, los comentarios de Xi sobre cuestiones nucleares han sido escasos y predecibles. Pero sus comentarios a puerta cerrada muestran que la ansiedad y la ambición han impulsado su transformadora acumulación del arsenal nuclear de China en la última década.

Ahora, los estrategas militares de China ven a las armas nucleares no sólo como un escudo defensivo, sino también una espada potencial —para intimidar y subyugar a los adversarios. Incluso sin disparar un arma nuclear, China podría movilizar o blandir sus misiles, bombarderos y submarinos para advertir a otros países contra los riesgos de una escalada.

“Quien domine tecnologías más avanzadas y desarrolle armas disuasorias estratégicas que puedan dejar atrás a otros en el polvo, tendrá una voz poderosa en tiempos de paz y la iniciativa en tiempos de guerra”, escribió Chen Jiaqi, investigador en la Universidad de la Defensa Nacional de China, en un artículo en el 2021.

Xi ha ampliado el arsenal atómico de China más rápido que cualquier líder anterior, acercando a su País a las grandes ligas de Estados Unidos y Rusia. Ha duplicado el arsenal de China a aproximadamente 500 ojivas y, a este ritmo, para 2035, podría tener alrededor de mil 500 —aproximadamente tantas como Washington y Moscú actualmente despliegan, dijeron funcionarios estadounidenses. (Estados Unidos y Rusia tienen miles de ojivas más almacenadas).

China también está desarrollando misiles, submarinos, bombarderos y vehículos hipersónicos cada vez más sofisticados que pueden lanzar ataques nucleares. Ha mejorado su sitio de pruebas nucleares en Xinjiang, despejando el camino para posibles pruebas subterráneas, quizás si estalla una carrera armamentista entre las superpotencias.

Un cambio importante en la doctrina y el poder nuclear de China podría complicar profundamente su competencia con Estados Unidos. La expansión de China ha desencadenado un intenso debate en Washington sobre cómo responder y ha arrojado mayores dudas sobre el futuro de los principales tratados de control de armas. Mientras tanto, el antagonismo entre Estados Unidos y Rusia también está planteando la perspectiva de una nueva era de rivalidad nuclear.

$!Una foto publicada por los medios estatales chinos en el 2023 presuntamente muestra una prueba de cohete.

Xi y el Presidente Joseph R. Biden Jr. han calmado el rencor desde el año pasado, pero encontrar la estabilidad nuclear puede ser difícil de alcanzar si Beijing se mantiene al margen de los tratados de control de armas mientras Washington se enfrenta a Beijing y Moscú.

De manera crítica, las crecientes opciones nucleares de China podrían moldear el futuro de Taiwán, que Beijing reclama como su propio territorio y que depende del respaldo de Estados Unidos en materia de seguridad. En los próximos años, Beijing podría desarrollar confianza de que puede limitar la intervención de Washington y sus aliados en cualquier conflicto.

El “as” de China podría ser una “potente fuerza de disuasión estratégica” para advertir que “cualquier intervención externa no tendrá éxito y es imposible que tenga éxito” en Taiwán, escribió Ge Tengfei, profesor en la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China, en una revista del Partido Comunista en el 2022.

En el 2015, Xi presidió una ceremonia en la que el Segundo Cuerpo de Artillería, custodio de los misiles nucleares de China, renació como la Fuerza de Cohetes, elevada a un servicio junto al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. En cuestión de unos cuantos años, la Fuerza de Cohetes añadió al menos 10 brigadas nuevas, un aumento de alrededor de un tercio, revela un estudio realizado por el Instituto de Estudios Aeroespaciales de China de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. China también ha añadido más lanzadores de misiles móviles por carretera y ferrocarril para tratar de burlar a los satélites estadounidenses y otras tecnologías de detección.

En una confrontación por Taiwán, Washington podría enfrentar decisiones difíciles sobre si los objetivos potenciales de ataques en China podrían incluir unidades de misiles con armas nucleares y si un misil DF-26 entrante pudiera ser nuclear.

© 2024 The New York Times Company

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