Dos países cooperan para combatir crisis del fentanilo

La última vez que México realizó su encuesta nacional sobre drogas, en el 2016, el número de mexicanos que dijeron que consumían narcóticos ilegales

Médicos forenses de México fueron a Colorado para aprender sobre cómo detectar fentanilo en los cuerpos.

dom 17 de marzo de 2024 a las 19:17

Por Natalie Kitroeff | The New York Times

WHITEWATER, COLORADO.- Dos mujeres levantaron un cadáver del suelo, revelando un insecto que se retorcía en la tierra.

“¡Esa es una larva viva!”, dijo Alex Smith, director de laboratorio de la Estación de Investigación Forense de la Universidad de Colorado, en Mesa, tomando la larva del suelo y metiéndola en un tubo de vidrio. Los gusanos son evidencia potencial, explicó Smith. “De hecho, se pueden analizar las larvas y carcasas de pupas en busca de drogas”, dijo.

Su público era un grupo de médicos forenses mexicanos que viajaron el mes pasado a las instalaciones de Colorado, conocidas como una “granja de cadáveres”, donde docenas de cadáveres donados son puestos al sol para ser estudiados mientras se descomponen. Vinieron para aprender sobre las pruebas de fentanilo.

Su viaje había sido organizado por el Departamento de Estado de EU, cuyos funcionarios esperaban que ayudara a lograr un objetivo diplomático clave: lograr que el Gobierno de México lidie con su propio problema de fentanilo.

En el norte de México, grupos de ayuda y centros de rehabilitación han hecho sonar la alarma sobre el aumento en el uso de fentanilo, reportando una ola de sobredosis de opioides a lo largo de partes de la frontera con Estados Unidos. El Gobierno mexicano dice que la propagación de la droga está contenida y que el consumo general sigue siendo relativamente bajo. En realidad, nadie sabe qué tan común es el uso de fentanilo en México. Hay pocos datos recientes sobre el abuso de drogas a nivel nacional.

“No se ven casos de sobredosis de fentanilo, no porque la gente no muera a causa del fentanilo, sino porque no les estamos realizando pruebas”, dijo César González Vaca, médico forense titular del Estado de Baja California.

México es la principal fuente del fentanilo ilícito que se trafica hacia EU, afirma el Gobierno estadounidense, y aunque las fuerzas armadas mexicanas informaron de un aumento en las incautaciones de drogas el año pasado, los opioides continúan cruzando la frontera.

$!Las larvas y pupas de los gusanos pueden analizarse en busca de drogas, dijo Alex Smith, director de un laboratorio forense.

Entonces, en una fresca mañana de febrero, más de una docena de examinadores forenses y químicos de estados del norte de México se congregaron en la Oficina del Médico Forense de Denver para presenciar la autopsia de un hombre de mediana edad encontrado muerto en el piso de su cochera. La noche en que murió le dijo a su novia que había tomado “10 azules”, probablemente refiriéndose a pastillas de fentanilo.

Ian Puffenberger, un patólogo forense, apretó los pulmones del hombre y salió espuma. Esto, dijo, era “un hallazgo común” en las muertes por opioides, a medida que la respiración se vuelve más lenta y los pulmones se llenan de líquido. Y los bultos en su cerebro, llamados circunvoluciones, parecían menos irregulares de lo normal. “Si hay inflamación del cerebro”, otro efecto de la sobredosis de opioides, dijo Puffenberger, “esas circunvoluciones empujan contra el cráneo y se aplanan”.

Los estadounidenses disponían de una serie de herramientas costosas para confirmar que el hombre había muerto de una sobredosis. Hicieron análisis de sangre preliminares en una máquina de Laboratorios Randox que cuesta más de 30 mil dólares, que arrojó resultados positivos para fentanilo, metanfetamina y anfetaminas. Luego enviaron muestras a un laboratorio en Pensilvania para un análisis toxicológico completo. “Nos sentimos como si estuviéramos en Disneylandia”, dijo González Vaca. “Tienen todo”.

Los médicos forenses mexicanos, dijo, a menudo sostienen el cuello con botellas de refresco y cortan cráneos con sierras que normalmente se usan para cortar metal. A menudo ganan poco, dijo, por evaluar la causa de la muerte en un País donde los delincuentes se especializan en hacer que sus víctimas sean irreconocibles.

La última vez que México realizó su encuesta nacional sobre drogas, en el 2016, el número de mexicanos que dijeron que consumían narcóticos ilegales casi se había duplicado desde 2008. Y la demanda de tratamiento por drogas en México ha crecido rápidamente desde el 2018, arrojó un estudio gubernamental separado.

“Es barato de fabricar y sencillo de distribuir”, dijo Manuel López Santacruz, médico forense del Estado de Sonora, al otro lado de la frontera con Arizona.

© 2024 The New York Times Company

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