Oved López: “Lo que es bueno, lo digo; y lo que es malo, también”

Tegucigalpa, Honduras.- Hace eco de la lucha de los pueblos originarios de Honduras, asegura que trabajará en la Reforma Agraria del país y critica a los grupos privilegiados que viven “como en países del primer mundo” mientras el pueblo apenas subsiste. Oved López busca pasar de diputado suplente a propietario en el Congreso Nacional.

López, quien encabeza la papeleta del Movimiento Renovación Nuevas Alternativas (Morena) de Libertad y Refundación (Libre), pretende convertirse en uno de los 23 congresistas propietarios por Francisco Morazán en un segundo período de Gobierno. Así lo expresó en el foro “Hablemos de política”.

Aquí una entrevista a detalle con las propuestas de este seguidor del héroe nacional Lempira.

Si tuviese que autodefinirse en tres palabras, ¿cuáles serían?

Yo soy un ciudadano, un patriota y un servidor del pueblo hondureño.

Ha dicho que desciende de la etnia lenca. ¿Qué representa esta característica para usted?

Mis padres nacieron en Intibucá, en el municipio de Colomoncagua, en una aldea que se llama Llano Grande, en la frontera entre El Salvador y Honduras. Es una zona lenca, en su mayoría. Pero por la terrible necesidad que impera en las zonas rurales, ellos tuvieron que migrar en lo que se denominó la reforma agraria que se impulsó entre los años 60 y los años 70.

Mi padre era campesino, mi madre campesina y en busca de tierra se fueron a Colón y allí nacimos nosotros, 10 hijos de los cuales dos lastimosamente fallecieron muy niños.

Por el linaje que yo tengo, sí, provengo de la tribu lenca y por eso exalto a todos los pueblos autóctonos, porque todos los hondureños tenemos esas raíces, el ADN de los pueblos originarios.

Y reitero que hay que cuidar de ellos, hablar de eso porque aquí nunca ha habido una política pública para apoyarlos. Allí están los lencas, los tolupanes y demás sin apoyo gubernamental, sin escuelas, sin centros de salud, viviendo relegados y eso es lamentable.

¿Y cuándo decidió que la política haría parte de su vida?

El primer paso político lo di en el Golpe de Estado (2009). Yo era un ciudadano común que tenía empleo en la empresa privada, y estaba cursando los últimos años de mi maestría. No estaba interesado en la política; de hecho la veía como la ven los jóvenes: un montón de políticos mentirosos que quieren aprovecharse de los fondos públicos.

Pero cuando me incorporé a la lucha social del Golpe de Estado, con toda mi energía, que casi pierdo mi empleo, pero luchando por una causa, comenzó mi deseo de participar políticamente con la creación del partido Libre.

Me incorporé como candidato a diputado, y me fue muy bien desde la primera vez. Después, en 2017, fui candidato a alcalde compitiendo con Jorgito Aldana. Y ahora, ya en este período, formo parte del Congreso Nacional como suplente, aspirando a ser diputado titular.

La política es una carrera, pero una carrera que hay que saberla llevar siempre poniendo por delante los principios. Yo creo que eso es lo que hace que los a los políticos triunfen en el tiempo.

Si revisan todo mi discurso desde que empecé en política, van a ver que es el mismo pensamiento, no varía, no cambia. Lo que es bueno, lo digo; y lo que es malo, también lo digo.

¿Cómo ha trabajado usted en el Congreso Nacional durante este período?

Bueno, como también soy un emprendedor, desde el 2010 junto con mi esposa pusimos un proyecto familiar y ahora nos dedicamos a la construcción de viviendas. Todo esto me ha ayudado en el Congreso Nacional a impulsar algunas leyes.

He estado conversando directamente con los funcionarios de Banhprovi para exponerles cuáles son las políticas adecuadas para construir viviendas accesibles para el pueblo. Tenemos graves problemas en el Instituto de la Propiedad y hay que mejorar eso. Hay demasiada corrupción en estas instituciones.

Todo ese conocimiento me ha ayudado a que en el Congreso Nacional yo participo en comisiones, cuando hay debates yo soy el primero que estoy allí participando, cuando discutimos el presupuesto general de la República soy uno de los primeros que está allí alzando la voz.

Tenemos que garantizar viviendas dignas para los habitantes de esta patria. No podemos tener segregado a un sector social (que son los pobres), mientras un grupito de hondureños viven como habitantes de los países del primer mundo. Aquí en este país hay una desigualdad terrible.

Además de la premisa de vivienda digna y accesible, ¿cuáles son las otras bases de su propuesta actual?

Bueno, en estos tres años sé bien cómo funciona el Congreso Nacional. Conozco bien cómo se cabildea una ley o un proyecto de ley para que sea aprobado en el Congreso. Sé bien cómo funciona.

Por lo tanto, voy a impulsar todas aquellas propuestas que cumplan con ese pensamiento que tenemos los que somos socialistas. Primero, educación pública de calidad. Segundo, salud pública de calidad. Acceso a servicios básicos como energía eléctrica, agua potable, agua y saneamiento, temas esenciales para el pueblo. Y también quiero impulsar lo que nunca se toca en ese congreso: la Reforma Agraria, la tenencia de la tierra.

Ha sido el político más cercano a Rasel Tomé, precandidato presidencial del partido Libre. ¿Qué ha aprendido de él?

Rasel es un patriota que se ha preparado casi toda su vida para servirle al pueblo. Él quiere ser presidente y tiene todo el derecho de postularse, si la Constitución lo permite. Pero aquí hay algunos que creen que es con el visto bueno de alguien que se puede postular uno.

Nosotros no le pedimos permiso a nadie. Nosotros no nos vamos a reunir con la embajada de Estados Unidos para que nos permita ser precandidatos. Nosotros no vamos a pedirle permiso a la Casa Presidencial para lanzarnos. Yo quiero que me apoye el pueblo, porque es a él que le voy a servir y no quiero tener cadenas, y Rasel tampoco.

¿Cómo evalúa la gestión de Redondo en la presidencia del Congreso y cómo define la participación de ustedes como grupo?

Yo creo que es el congreso más difícil en la historia de Honduras. Cuando iniciamos, las élites que tienen secuestrado a este país quisieron arrebatarnos el Congreso Nacional. Allí estuve yo ese 21 de enero, cuando nos dimos cuenta de que había un grupo de traidores que se venden al mejor postor.

Allí tomamos la decisión junto con Rasel. Los primeros dos diputados que se subieron a reclamar fuimos; primero Rasel Tomé y después Oved López. Y nosotros impulsamos a los demás compañeros a subir al estrado, y a bajar a los traidores. Allí está registrado en la historia. Eso lo hicimos porque queremos a este país, porque amamos la patria. Nosotros no nos doblegamos.

Así empezó este Congreso Nacional, cuando Rasel, en base a la Constitución, juramentó a Luis Redondo. Y de ahí a él le ha tocado un congreso difícil, pero al final hemos aprobado importantes leyes, como la ley de energía; derogamos los fideicomisos que habían secuestrado el dinero del pueblo en manos privadas, fijamos el presupuesto para las carreteras y los hospitales que hoy está construyendo nuestra presidenta.

Nosotros hemos contribuido con este país desde el Congreso Nacional.

¿Quién ha sido el mejor y el peor funcionario del gobierno actual, a su criterio?

No creo que sea el peor, pero no estoy muy satisfecho con el ministro de Educación, Daniel Sponda . Creo que pudo haber hecho más por la educación de este país. El tema gremial nos afectó mucho.

Y en cuanto al mejor, me parece que Octavio Pineda , ministro de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), ha hecho un buen trabajo y es un buen funcionario.

Finalmente, ¿todavía le habla Lempira o ya nuestro héroe descansa en paz?

Siempre me habla. El clamor de Lempira era el amor que tenía por su patria, por su pueblo, por su pueblo lenca. Cuando él vio el sufrimiento de las mujeres, de los niños, de las familias por culpa de los conquistadores, se levantó de su comodidad, con furor, con su ejército.

Entonces, él siempre me va a hablar. Y siempre me va a decir, “Siga luchando por el pueblo, aún en las adversidades. Ponga a la patria primero, ponga a su pueblo primero”. Eso es lo que yo escucho de Lempira y siempre lo voy a escuchar.