El remanente

Exclusivo para Suscriptores

¿Ya tiene su suscripción? Únase a nuestra comunidad de lectores.

Suscríbase

Gracias por informarse con
El Heraldo

Alcanzó su límite de artículos

Suscríbase y acceda a artículos, boletines, eventos y muchos más beneficios, sin límite.

Suscríbase

Gracias por informarse con
El Heraldo

Artículo exclusivo bajo registro

Inicie sesión o regístrese para acceder al mejor contenido periodístico.

Iniciar Sesión

Gracias por informarse con
El Heraldo

La ciudadanía hondureña nunca ha tenido la oportunidad de conocer en detalle los antecedentes legales, personales y morales de aquellos hombres y mujeres candidatos a cargos de elección popular tanto para las elecciones primarias e internas como para las generales, desde que se fundó la república. Y en estas últimas elecciones el descaro fue tal que desde el Legislativo vía decreto se habilitó a candidatos que incumplían la Ley de Hacienda Pública, la Ley Electoral y la misma Constitución.

Durante muchos periodos a los votantes se les ha timado, pues los candidatos que son presentados en las papeletas electorales como señores y señoras honorables, una vez electos en los niveles de elección de alcaldes, diputados y presidente de la república, muestran su obstinada corrupción, burlándose del elector y del pueblo. Algunas de estas autoridades públicas electas fueron investigadas e imputadas mediante procesos judiciales por actos de corrupción gracias a la expulsada Maccih-Ufecic, otros fueron extraditados, llevados a juicio, declarados culpables y guardados en prisión por la justicia de EE UU. Es más, la mismas autoridades de justicia estadounidenses rotulan al exmandatario de Honduras Juan Orlando Hernández como coconspirador de narcotráfico y a Honduras como narco Estado. Caso pendiente que mantiene a la comunidad hondureña e internacional expectante. Derrotar a Juan Orlando Hernández no ha sido todo, aún permanece bien cimentado su remanente, quienes continúan controlando el sistema de injusticia y de corrupción que desde los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial tejió e implantó. Así que hay mucha demanda de trabajo para el exterminio del orlandismo.

Con los resultados electorales oficiales del nivel Legislativo era de esperarse un forcejeo normal por optar a posiciones de autoridad en la junta directiva del Legislativo. Los partidos Libre y Salvador de Honduras previo a las elecciones generales firmaron el pacto de que al ganar las elecciones la presidencia del Poder Legislativo la asumiría el Partido Salvador de Honduras; un pacto con el deber de cumplirlo. Según la Biblia, la palabra de Dios nos dice claramente en Gálatas 3:15: “Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade” (Versión Reina Valera 1960).