Más de 25 personas han muerto de forma violenta en unidades del transporte urbano e interurbano en Honduras en lo que va de 2015.
La mayoría de hechos han tenido como objetivo conductores de autobuses y, de acuerdo a investigaciones policiales, podrían estar vinculados al cobro de extorsiones por parte de grupos criminales.
Solo el fin de semana, tres conductores de buses del servicio ejecutivo o 'rapiditos' fueron acribillados en diferentes sectores de la capital de Honduras.
El sábado se reportó el asesinato de Luis Alonzo Medrano, de 32 años, chofer de un bus ejecutivo de la ruta Quezada-Centro, quien recibió un disparo en la cabeza de una persona que se hizo pasar por pasajero.
El crimen fue perpetrado cuando el autobús circulaba por el anillo periférico, a la altura de la colonia Quezada, cuando el sicario se levantó del asiento y disparó en la frente al motorista.
En horas de la mañana del mismo día fue encontrado en las cercanías de la Fuerza Aérea de Honduras el cuerpo de Jonathan Alejandro Aceituno, de 33 años.
El cadáver fue hallado envuelto en una colcha y sin camisa, con el rostro desfigurado a causa de las torturas a las que fue sometido.
Aceituno trabajaba en los buses de la ruta Alemán-La Isla.
El viernes, sujetos armados interceptaron a Roger Lozano, un ruletero de 33 años que trabajaba en la ruta de buses ejecutivos Nueva Capital-Mercado.
Lozano fue tiroteado en el mercado de la colonia Nueva Capital. Aún con vida, buscó refugio en la Quinta Estación de Bomberos de ese sector, donde expiró.
Otras muertes
El 17 de abril pasado, el conductor de una de las unidades de transporte que cubren la ruta Tegucigalpa-Choluteca-San Marcos de Colón, fue asesinado por un sujeto que abordó la unidad cuando se encontraba estacionada en la colonia Villa Adela.
La víctima, identificada como Juan Carlos Fonseca, de 32 años de edad.
El 20 de febrero, en horas de la madrugada, presuntos integrantes de la banda criminal Los Benjamins acribillaron a Henry Fuentes Guzmán, de 45 años.
Guzmán era el conductor de la unidad 231 que cubre la ruta Río Grande-Centro-Lomas. Se encontraba en la estación ubicada en el barrio San Felipe, a una cuadra del bulevar Morazán, cuando los criminales dispararon en su contra desde una camioneta color gris.
En el ataque resultaron heridas otras dos personas. Horas después, los supuestos responsables del crimen fueron detenidos por la Policía Nacional de Honduras.
Dos días antes, en la terminal del barrio Reparto por Arriba, presuntos sicarios que también se movilizaban en una camioneta abrieron fuego contra un grupo de motoristas.
En el acto murió Manuel de Jesús Alberto, de 45 años, conductor del rapidito con registro 629, mientras en el Hospital Escuela Universitario expiró Emerson Josué Barrientos Perdomo, de 33 años.
Ataques contra pasajeros
De igual forma se han registrado otros hechos violentos en los que los muertos han sido pasajeros de las unidades de transporte. El 5 de febrero, un usuario murió en un ataque perpetrado contra una unidad de la ruta Carrizal-UNAH en el bulevar de las Fuerzas Armadas.
El 2 de febrero en San Pedro Sula, en la zona norte de Honduras, una persona falleció y otra resultó herida en una balacera perpetrada por desconocidos contra un autobús del servicio 'rapidito'.
Sujetos armados abordaron la unidad de la ruta El Carmen-Centro en el segundo anillo periférico de la capital industrial de Honduras y dispararon en repetidas ocasiones contra uno de los pasajeros.
En el tiroteo murió Salvador Quintanilla García, de 18 años, residente en el bordo del Limonar; mientras otra persona aún no identificada resultó herida.
Las muertes registradas en unidades de transporte han provocado en varias ocasiones las protestas y paralización de unidades por parte de conductores y empresarios del rubro, quienes exigen a las autoridades más seguridad en los autobuses, terminales y estaciones.
