Sucesos

Con chocolates, un anillo y una carta, Rodis dijo adiós a la niña de sus ojos

El menor de 12 años fallecido en un tiroteo en la aldea Suyapa le declaró su amor a una de sus compañeras, en una carta que escribió con su puño y letra, nueve días antes de que le arrebataran la vida

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04.04.2018

Tegucigalpa, Honduras
Como si algo más fuerte que lo terrenal le avisaba que sería la última vez que estarían cerca de ella, Rodis Eduardo, emulando viejos y románticos tiempos, le escribió una carta de amor y le regaló chocolates a la niña de quien estaba enamorado, por quien su corazón latía más fuerte.

Nueve días después la luz de este pequeño soñador se apagó producto de un hecho contingencial, generado por la ola de violencia que impera en el país.

El protagonista de esta historia impregnada de sentimiento es Rodis Eduardo Peralta Rivera (12), el estudiante del séptimo año del Centro Básico Monseñor Jacobo Ávila Cáceres, ubicado en la aldea Suyapa, que falleció en medio de un tiroteo el pasado lunes 1 de abril.

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Con su puño y letra
La linda niña que inspiró al inocente escolar a escribir con su puño y letra unas cuantas líneas en un trozo de papel, demostrándole con eso que se había enamorado de ella, es otra menor de su mismo centro de estudios.

Unos chocolates adornaron el pequeño presente. “Él le mandó unos chocolates, un anillo y una carta, muy lindo, era un niño muy bello”, contó a EL HERALDO, una tía de la niña, quien a la vez es miembro de la Asociación de Padres de Familia del Centro Básico Monseñor Jacobo Ávila Cáceres.

Siguió contando que “averiguó quién era la mamá y le preguntó: ¿usted es la mamá de... (se omite su nombre por ser una menor de edad)?, sí, le dice, yo soy la mamá; es que fíjese que me gusta su hija”, le expresó Rodis a la madre de la niña de la cual estaba enamorado.

En su escuela solo ha quedado el recuerdo de sus vivencias en las aulas, así como su mochila, aún cargada con los cuadernos que dejó en el momento que cayó fulminado por el disparo que impactó en su cuerpo tras el tiroteo que se dio frente a su escuela.

No llegaron los alumnos
Desde el día lunes, hasta después de ocurrido el condenable hecho, el centro educativo permanece bajo resguardo militar y policial.

El día de la muerte del Rodis Eduardo, los maestros del centro básico se reunieron y tomaron la decisión de suspender la clases durante ese día y el martes.

Este miércoles tenían que retomarse las actividades. Sin embargo, a la escuela no asistió ningún alumno a sus clases.

Wilson Sorto, director de este centro educativo, lamentó que “hay un hermetismo por parte de los padres de familia y alumnado, aquí todos corremos peligro”.

Agregó que “mientras no tengamos una seguridad no vamos a regresar a clases”, advirtió el docente, argumentando que esta es una propuesta del consejo de maestros para las máximas autoridades de Educación.