Honduras

Municipios de El Paraíso están siendo invadidos por las maras y pandillas

“Placazos” de la Mara Salvatrucha MS-13 y el XVIII del barrio 18 fueron encontrados por la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus en el hasta hace poco pacífico municipio de El Paraíso, El Paraíso
19.12.2022

EL PARAÍSO, HONDURAS.- Un “placazo” de la pandilla 18 con la serie XVII fue el anuncio de bienvenida en la colonia San José, en el fronterizo municipio de El Paraíso, El Paraíso, al oriente de Honduras.

La tranquilidad de este lugar, rodeado por bosques, fincas de café de exportación, poblado de gente amable y trabajadora, está siendo cooptada por la aparición de maras y pandillas, así como del tráfico de drogas.

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Para llegar desde Tegucigalpa hasta el atractivo pueblito hay que recorrer 111 kilómetros durante dos horas, pasando por enfrente de la cárcel de máxima seguridad de La Tolva en Morocelí, El Paraíso.

“En la entrada de la colonia San Miguel cobraban a los carros por ingresar y los amenazaban con pistola, hace poco le metieron fuego a la moto de un muchacho”, expresó un señor mientras aporreaba los frijoles que sacó de la cosecha de postrera.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus penetró los barrios y colonias más peligrosos del municipio de El Paraíso, donde se percibe la presencia del crimen organizado y el temor de la población florece con el ocaso del día debido a que las maras están instalando sus clicas.La clica es una célula de la pandilla.

Las pandillas se componen de clicas, que tienen su propio nombre, sus palabreros y un número muy variable de integrantes. “Las verduras, van las verduras”, vociferaba un joven vendedor cuando pasaba frente a la marca de la Mara Salvatrucha MS-13.

Por la calle un señor con su sombrero, típico de los pueblos en Honduras, quedó viendo el número 13, dobló hacia la derecha y siguió su camino; la presencia del crimen los acecha, muchos no se atreven a hablar.

“Yo no le puedo decir nada, amigo, por sapo lo pueden matar a uno, pero sí es cierto, nuestro pueblo se está arruinando, estamos perdiendo la paz”, expresó.

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Cerca de los centros educativos está la marca de las organizaciones criminales que se forman. En muchos barrios a la gente le da miedo entrar por la presencia de antisociales y la violencia.

Alerta

Al terminar una calle de concreto hidráulico se entra a la colonia San Juan, dos jovencitos, con cortes a la moda, uno de ellos con aritos y en una motocicleta de inmediato quedó viendo el carro.Sin pensarlo dos veces sacó el celular de su bolsa y comenzó a manipularlo, como advirtiendo la presencia de extraños, haciendo el trabajo de “bandera”.

La calle polvorienta parecía la entrada a una aldea, rodeada de maleza, pero al llegar a una esquina se detectó otro grafiti callejero con un enorme 13, de la Mara Salvatrucha (MS).Unos metros más adelante, en un especie de estación de autobús, con publicidad de una cooperativa, estaba la marca de la pandilla 18, al interior y exterior de la estructura.

Lo más angustiante es que enfrente está la Escuela Visitación Lara de Zelaya, adonde cientos de niños reciben educación.El recorrido siguió por otros sectores como “El Chorizo”, “mire, en esa esquina, hace poco, una mujer que iba en una moto con una ametralladora mató a un hombre”, contó otra persona.

Uno de los principales factores de la aparición de estas estructuras criminales en esta zona es la cárcel de Morocelí, La Tolva, explicó Yester Fernández, vocero de la Dirección Policial Antimaras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco) a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus.

Detalló que a estos lugares se han desplazado familias de los líderes de las pandillas y simpatizantes, que están buscando establecerse.

Ante esta amenaza, afirmó que ha desplazado 20 agentes, logrando la captura de ocho personas que estaban comenzando a cobrar extorsión, muchos se hacían pasar por pandilleros.

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