Dinero & Negocios

Por crisis de Nicaragua planean mover inversiones

Se registran más de 60 infraestructuras dañadas, entre supermercados, tiendas de electrodomésticos y restaurantes.

17.07.2018

San Pedro Sula, Honduras

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó al primer cuatrimestre una expansión de 5% para el Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua.

La previsión antes del conflicto estimaba un crecimiento entre 4.5 y 5%, con una inflación del 5.5% al 6.5%.

Un informe de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) plantea dos posibles escenarios sobre este contexto. En el caso de que el gobierno acepte una salida negociada a la crisis a finales de este mes, la tasa de crecimiento de la actividad económica para 2018 mostraría una contracción de 0.03% en relación a 2017, con pérdidas de 638 millones de dólares en valor agregado.

En un segundo escenario, si no hay voluntad política del gobierno para buscar una salida negociada a la crisis actual y esta seguiría intensificándose en lo que resta del año. “En este segundo escenario la tasa de crecimiento de la actividad económica del 2018 se contraería a 5.6% en comparación con el 2017, lo que representa una pérdida de $1,400 millones en valor agregado”, señala Funides.

El informe analiza el impacto directo de los conflictos nicaragüenses en turismo, construcción, comercio y actividades relacionadas con los tranques, tales como carnes, lácteos, bebidas y textiles.

Honduras

Evangelina Argueta, dirigente de la Central General de Trabajadores, informó que tienen conocimiento de organizaciones sindicales en algunas empresas con inversiones en Nicaragua están preocupadas por la crisis. “Existen probabilidades, que así se nos ha expresado, de que ellos están viendo a Honduras como un país número uno como candidato para mover su inversión, porque la crisis está mucho más delicada en Nicaragua”, expresó.

Asimismo, en Haití se reportaron protestas violentas debido a un fallido intento por aumentar las tarifas de los combustibles y la inacción del gobierno frente a los disturbios contra dicha medida.

Las tensiones han llevado a que hace tres días el primer ministro de Haití, Jack Guy Lafontant, entregara su renuncia al presidente de la República Jovenel Moïse.

Argueta explica que muchas de las inversiones textiles pueden tomar decisiones.

“En este último semestre nosotros podríamos tener esta noticia y mantenemos la esperanza como sector trabajador, de que esta inversión si se va a venir para Honduras”, añade la dirigente.

Según directivos de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), en la última década unas 10 empresas textiles trasladaron sus inversiones a Nicaragua.

“Sé de empresas que siguen en Honduras, pero que han trasladado parte de sus inversiones a Nicaragua”, dijo el empresario Adolfo Facussé. Al respecto, Arnaldo Castillo, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), recordó que con la crisis política que Honduras atravesó en 2009 muchas empresas de capital coreano decidieron abrir operaciones en Nicaragua.

Incertidumbre

“Todavía no incursionamos en un escenario económico pesimista, pero podemos afirmar que ya se perdió el optimista y nos encontramos frente a un panorama económico que podríamos calificar de probable y negativo, siempre y cuando la solución del problema político en la mesa del Diálogo Nacional se logre alcanzar antes del próximo mes de septiembre”, dice el economista nicaragüense Néstor Avendaño.

La Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) reportó para un artículo de la BBC Mundo que solo entre mayo y junio, el tránsito de mercancía por Nicaragua bajó del 79% en dirección sur-norte y del 75% de norte-sur, en comparación con igual periodo de 2017.

Sectores del comercio, servicios e industria a nivel regional son los principales afectados, mientras entre los productos se encuentran los cementos hidráulicos, medicamentos, pinturas y barnices, agua natural y mineral, productos de panadería y pastelería, según la Sieca.Para después de septiembre, los analistas prevén en Nicaragua una tasa de desempleo abierto de 13% y un desempleo equivalente relacionado con el subempleo de 13.1%, en total 26.1% de la Población Económicamente Activa (PEA). Están en riego 98,700 puestos de trabajo y, tomando en cuenta el ejército de desempleados, 928,000 personas no generarían ingresos en este año.

Además, una tasa de inflación cercana a 10%, no sólo espoleada por el mayor precio del barril de petróleo, sino también por la escasez de productos y la especulación.