Igualdad ante la ley

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La igualdad ante la ley, igualdad bajo la ley, igualdad ante los ojos de la ley o igualdad jurídica es el principio que reconoce que todas las personas deben ser tratadas de la misma manera por la ley. En nuestro país hemos visto algunos avances significativos en la impartición de justicia, como ser el debido proceso a algunos exfuncionarios públicos que ocuparon cargos importantes y amparados en sus funciones cometieron abusos de poder y tremendos actos de corrupción (sobornos), algunos de ellos hasta han emigrado a otros países de forma pública y otros de incógnito simple y sencillamente porque tienen temor de ser juzgados en nuestro país aun cuando se les garantiza el debido proceso.

“Ante la ley todos somos iguales” fue el eslogan que utilicé para transmitir un mensaje claro a la población en el programa Sistema Judicial, allá, a mediados y finales de los años 90. La finalidad evidentemente era crear conciencia de que este principio está incluido en nuestra Constitución vigente y nadie puede alegar ignorancia de la ley. Tampoco podrá alegar ignorancia de la ley “ninguna persona, después del plazo común o especial, sino cuando por algún accidente hayan estado interrumpidas, durante dicho plazo, las comunicaciones ordinarias”. Por otro lado, nuestra Constitución también señala que en Honduras no existen clases privilegiadas, que todos los hondureños, todos los hombres y mujeres, nacen libres e iguales en derecho (Artículo 2). Y el Artículo 40: son deberes del ciudadano: 1. Cumplir, defender y velar porque se cumplan la Constitución y las leyes.

Entonces, en lo que se refiere a los deberes de los funcionarios públicos que incluye a los fiscales del país, nadie, ni siquiera la Presidenta, puede pedirle a un fiscal especial que no cumpla con requerimientos fiscales para favorecer a clases “privilegiadas”, sencillamente porque ante la ley “todos somos iguales”.

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