La casa embrujada de Cutún que aterró el norte Chile en 1976

La tranquilidad que se vivía en 1976 en la localidad de Cutún, ubicada en la región de Coquimbo, al norte de Chile, se vio interrumpida por un fenómeno que hasta la fecha no ha logrado ser explicado. Conozca a continuación este caso paranormal que aterrorizó a los chilenos hace 47 años.

Fotos: Cortesía redes sociales

Todo inició una tarde de febrero, cuando Nicasio Torres llegó corriendo y sumamente asustado a la casa de uno de sus vecinos.

Lleno de miedo le contó que algo muy extraño estaba pasando dentro de su casa. Le dijo que inexplicablemente “estaban lloviendo piedras desde el techo de la casa”.

Su vecino no le creyó, pero le brindó su apoyo y le dijo que se calmara y regresara a su hogar, pero los fenómenos siguieron registrándose.

La día siguiente, Nicasio volvió a llegar sumamente asustando donde su vecino, con la misma historia, pero su vecino seguía sin creerle.

Fue hasta el tercer día que su vecino, Gabriel Orrego, su sobrino y otro amigo de ellos decidieron acompañar a Nicasio a su casa, pero estando en el lugar no pasó nada.

Cuando decidieron ya estaban a punto de irse, uno de ellos iba a salir de la casa cuando sintió como una piedra pasaba por sus pies. Pensando que se trataba de una broma, comenzó a burlarse, pero solo unos segundos después de eso sintió una piedra que cayó sobre su hombro.

Los demás salieron corriendo para verificar que fuese nadie desde afuera de la vivienda lanzándole piedras, pero no encontraron a nadie, hecho que les hizo quedarse en la vivienda para averiguar qué estaba pasando.

Se sentaron en la mesa del comedor y tras 15 minutos esperando algún sucesos se sintieron tres golpes fuertes sobre la mesa que los dejaron perplejos.

Sin embargo, decidieron seguir esperando para ver qué más ocurría, y minutos antes de salir de vivienda, otro hecho sin explicación pasó.

Un muñeco de trapo que usaba la esposa de Nicasio para poner sus agujas de costura se cayó de donde estaba colgado en la pared y de una forma inexplicable, el muñeco saltó del suelo hasta los brazos de la esposa, que estaba sosteniendo a su bebé.

Luego el muñeco salió brincando por una de las puertas que estaba abierta en ese momento y al día siguiente la pareja lo encontró en un gallinero de la propiedad.

Otros hechos que asustaron a la familia y a los amigos fueron que las puertas y ventanas se abrían de manera inexplicable, piedras, velas y huesos de cadáveres caían dentro de la vivienda y en algunas ocasiones se escuchaban ruidos extraños en la cocina.

Además, aparecían mensajes extraños en las paredes.

Nicasio aseguró que siempre aparecía un hombre alto con traje negro y que tenía los ojos rojos.

Las actividades paranormales comenzaban a registrarse a diario, cerca de la media noche, por lo que Nicasio hizo lo imposible para poder solucionar las cosas, entre eso sesiones espiritistas para poder librar la vivienda.

El caso se popularizó tanto que grandes investigadores internacionales llegaron hasta el lugar para saber qué era lo que estaba pasando, pero hasta la fecha nadie ha logrado conocer a ciencia cierta qué era lo que ocurría. Nicasio y su familia finalmente se mudaron, continuando una vida normal en otro lugar.