“Se me ocurrió porque me gustan las manualidades y aprovechando la época decidí hacer unos botecitos con decorado navideño que contienen mentas, chocolates y otros dulces”, dijo Corina a EL HERALDO.
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La inversión
Si la iniciativa de la niña ya es de aplaudir, más admirable es el sacrificio que hizo al utilizar sus ahorros para iniciar su negocio. Durante el año, logró ahorrar mil lempiras que sus abuelos, tíos y otros familiares le regalaron en diferentes fechas festivas.Esa cifra le bastó a la pequeña comerciante para codearse con su madre en el mundo del emprendimiento. Hoy, dedica siete horas al día para elaborar los productos que ella misma decora, la única ayuda que recibe de su madre es a la hora de comprar los materiales.
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“Yo me encargo de todo, hasta elaboré mi propio logo. Mi mamá me enseñó a utilizar el programa de computadora Office Excel para llevar la contabilidad de mi negocio”, agregó la pequeña.
Sobre las ganancias, Corina aseguró que una parte la llevará a un fondo de ahorro para continuar su negocio en la próxima temporada navideña 2022 y con el resto se consentirá comprando unos videojuegos.
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