Comayagüela, Honduras
Representar el rostro transido del Divino Maestro, en el que también se refleje paz y amor infinito, es un reto para Malcon Ayax Zúñiga.
Por sexto año consecutivo, el profesional de Relaciones Internacionales pone a prueba su creatividad, talento y dedicación para crear el realismo único a través de sus técnicas de maquillaje.
Uno de sus lienzos es el rostro del artista Mario Juárez que personifica a Jesús de Nazareth, en la obra el Mártir del Gólgota, la puesta en escena del cuadro vivo de la parroquia el Calvario, de Comayagüela.
Erick, por su parte, será la figura del Príncipe de las Tinieblas, el mal, Satanás, quien trata de impedir que Jesucristo cumpla con su misión salvadora.
Ambos personajes el próximo Viernes Santo serán esperados por centenares de personas que se congregarán en las calles del popular barrio Villa Adela y otros que se ubican aledaños a este para presenciar la Vía Dolorosa.
En el recorrido, El Nazareno capitalino hará vivir a los presentes los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección no solo por sus expresiones, sino que además por su caracterización.
Y es que Zúniga se ha vuelto un experto en esconder a los seres humanos que rememoran a los personajes más conocidos en la historia de la humanidad para darle vida al Hijo de Dios y a Satanás.
Personajes
En exclusiva EL HERALDO logró conocer por anticipado los cambios que mostrarán ambos personajes en el viacrucis de 2018.
Sobre una mesa de madera rústica han sido colocados varios juegos de maquillaje: sombras, labiales, colorantes, glicerina, grenetina natural (similar a la gelatina), además de pinceles, cremas, recipientes para mezclar ingredientes, entre otros.
Mientras el artista se prepara para comenzar los trazos sobre el rostro de uno de los personajes, da a conocer que su inspiración es motivada por el rescate de las tradiciones de Comayagüela.
Además reveló que el trabajo más difícil es caracterizar a El Nazareno.
Y es que el trabajo es minucioso, hay que maquillar heridas, hacer notar golpes, raspones y contusiones.
“Sé que muchos niños, jóvenes y adultos vienen a ver actuar a este cuadro vivo, a ellos hay que ofrecerles un espectáculo de calidad, que conmueva, sorprenda y evangelice”, aseguró.
Paso a paso
Mario está listo, sentado en una silla de madera, y comienza la acción.
De manera previo se preparó una mezcla de grenetina con agua caliente, a la que se le han agregado unas gotas de esencia de colorante rojo oscuro para simular sangre coagulada.
Y como si se tratara del bastidor de un artista de la plástica, Malcon trabaja con habilidad en la espalda de Mario y con un pincel le traza líneas, que a los pocos minutos semejan profundas heridas de las que emanan sangre.
De esta forma se simula en la espalda y costados las laceraciones y llagas que el Mártir del Gólgota recibió a consecuencia de la flagelación.
Concluido este paso, se continúa con el rostro.
Es de señalar que Mario se prepara no solo de manera espiritual, sino física, para representar con éxito su papel.
Con anticipación solicita permiso en la empresa donde labora para dejarse crecer la barba. Para dejarla poblada de la manera que luce en la actualidad es un proceso que tarda no menos de tres meses.
“En mi trabajo nos regimos por un código de ética y presentación, por ello con anticipación solicito permiso para andar con barba”, manifestó Juárez.
Con delicadeza, la cara del protagonista de cuadros vivos de El Calvario adquiere un aspecto de dolor, lívido, golpeado.
Para lograr este efecto, la piel tiene que estar limpia para aplicar sombras de tonalidades azules y moradas, para crear un efecto violáceo y demacrado.
Después se aplican pinceladas con la pasta obtenida de la grenetina, que semejen las heridas dejadas por la corona de espinas en la frente.
Lo mismo alrededor de los del ojo izquierdo para que se note que fue golpeado de manera salvaje y sin compasión alguna.
Parte del atuendo es la túnica de color beige, una peluca castaña, la corona tejida de espinas, sandalias y la cruz.
Y así Mario Juárez está listo para recrear las escenas de los misterios de la Pasión de Jesucristo.
Personificación del mal
Con un temperamento noble y dócil, Erick Juárez personifica al Príncipe de las Tinieblas.
Hace cuatro años que los cuadros vivos de El Calvario adaptaron este personaje no para darle relevancia, sino para mostrar que el bien siempre triunfa sobre el mal.
Para este personaje, Erick ha tenido que sacrificar su cabello pues debe quedar totalmente rapado.
“Represento al maligno, un personaje que la gente espera ver, pero sin quitarle el protagonismo a mi hermano, quien hace el papel de Jesús”, manifestó.
Malcon en este proceso comienza con la aplicación de una base de color blanco que desde la cabeza la extiende hacia el rostro y el cuello.
Para que el maquillaje dure y se mantenga bajo el sol, le pone una placa de polvos traslúcidos.
Los párpados y alrededor de los ojos se maquillan con sombras negras para crear una mirada dramática, maligna y tenebrosa, efecto que se logra también con los lentes de contacto llamativos, igual la boca de colores negro y rojo.
El atuendo es una túnica negra de satín que se acompaña con alas de Isis. Este año en la cara se adaptarán unas plumas de cuervo en la cabeza, largas garras en los pies y en las manos.
Son dos horas las que dura la caracterización de cada personaje. Comienza a las 2:00 de la mañana y concluye alrededor de las 7:00 de la mañana.