Sucesos

Con el pantalón de un uniforme mataron al segundo reo de El Pozo II

Los responsables del crimen serían los propios compañeros de celda e integrantes de la Pandilla 18. El joven presentaba en su cuello indicios del crimen

FOTOGALERÍA
19.06.2017

Tegucigalpa, Honduras
Asfixiado y con signos de haber sido golpeado fue encontrado el cuerpo sin vida de otro recluso en menos de 24 horas en una de las celdas de máxima seguridad de la cárcel El Pozo II, en Morocelí, El Paraíso.

El hallazgo se dio por parte de los celadores del presidio alrededor de las 12:30 de la mañana de este lunes.

El privado de libertad fue identificado como César Alejandro Chavarría Ávila, de 19 años de edad.

EL HERALDO tuvo acceso a información que indica que el convicto fue estrangulado utilizando como medio una prenda de vestir de las usadas por los internos de este presidio, distintivas por el color anaranjado.

Al parecer, César Alejandro fue asfixiado por los mismos compañeros de celda y miembros de la Pandilla 18, haciendo uso del pantalón de otro de los reclusos.

Cesar Alejandro Chavarría Ávila (19) estaba preso en El Pozo II por el delito de robo de vehículos agravado.

Cesar Alejandro Chavarría Ávila (19) estaba preso en El Pozo II por el delito de robo de vehículos agravado.

Le celebraron el cumpleaños
“Lo vimos por última vez el 14 de abril, el día que le fuimos a celebrar el cumpleaños a Támara, de ahí no lo volvimos a ver más”, recordó conmovida y con nostalgia doña Dara Ávila, madre de César Alejandro.

Ese viernes le llevaron un pastel y le cantaron el feliz cumpleaños en el módulo Escorpión, del Centro Penitenciario Nacional de Támara, fue la última visita antes de ser trasladado a El Pozo II.

Chavarría Ávila fue trasladado a la cárcel en Morocelí el 15 de mayo de este año.

De interés: ¿Cómo pudieron matar a dos reos en El Pozo II con 400 cámaras de seguridad activas?

Ingresó al penal de Támara el 11 de agosto de 2016, estaba recluido por los delitos de robo de vehículos agravado y robo agravado.

Don César Chavarría, abuelo paterno del ahora fallecido, contó que “hicimos hasta lo imposible por él, lo tuvimos en GREAT (programa antipandillas), nos dijo que se portaría bien, que se saldría de las malas andadas, pero volvió a caer en lo mismo y estas son las consecuencias”, lamentó.

Sus parientes reconocieron que el joven era adicto a las drogas y que eso terminó vinculándolo con otros jóvenes antisociales.

Este lunes fue retirado de Medicina Forense y llevado hasta la colonia La Trinidad, de esta ciudad.

De lo más visto: Los bienes asegurados a la organización de Ramón Matta Waldurraga