Atrás quedaron los besos entre parejas y los de cortesía entre personas, las pláticas en grupo, las reuniones familiares o entre amigos, las visitas de vecinos y el cariño que generalmente los hondureños demuestran a sus seres queridos.
Manuel Sierra, epidemiólogo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), explicó a EL HERALDO que “el distanciamiento social es la base de la prevención para la propagación de virus, porque eso disminuye las posibilidades de transmisión entre persona a persona”.
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El coronavirus, según el experto, es trasmitido por los aerosoles o gotas de saliva que expulsan los seres humanos al hablar, toser o estornudar, entonces, cuando hay menos circulación y aglomeración de gente, se evita que haya contagios.
Con las medidas de aislamiento se busca que la persona esté en la casa, por eso se cierran los negocios y se cancelan las clases, pero si la gente se aglomera alrededor de los mercados, farmacias y bancos, se van para abajo las estrategias de contención y el virus se sigue dispersando.
También son importantes las medidas de higiene dentro del hogar y afuera, porque el virus queda en las superficies y si una persona toca una mesa o una carretilla del supermercado, allí hay partículas que lo pueden contagiar.
“Lo que nos preocupa es cómo van las estadísticas, que se empezó con dos casos positivos... y ahora van de 20 en 20 para arriba y con una tasa alta de mortalidad, es decir, las expectativas son siniestras”, advirtió.
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