Honduras

Honduras: Más de 300 piezas religiosas fueron robadas a la Iglesia Católica

Fanáticos y coleccionistas hacen los encargos de las piezas y expertos delincuentes llegan a las iglesias y sin pudor se las han llevado

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17.03.2018

Tegucigalpa, Honduras
La mirada del poder divino no les causa ningún pudor a los saqueadores de iglesias y museos religiosos de Honduras.

Postrarse ante la imagen de la Santísima Madre María o de Jesús Crucificado es una de las mayores muestras de fe para el pueblo católico.

Los misterios que guardan cada estatua, pintura o pieza de bronce y oro en los templos de ciudades y al interior del país, para las comunidades es algo sagrado y milagroso.

Muchos han llorado la desaparición de su santo patrón y aunque las denuncias son interpuestas ante las autoridades de investigación, recuperar los objetos resulta casi imposible.

¿Serán amantes de piezas religiosas, coleccionistas o simples rateros? Esas son las preguntas que las autoridades de la Iglesia y las encargadas de preservar el patrimonio cultural de Honduras se hacen.

Registros del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) proporcionados a EL HERALDO revelan que en los últimos 27 años más de 300 piezas han sido robadas a la Iglesia.

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Para los expertos, las piezas pueden ser más, ya que el recuento apenas es a partir de 1990, es decir, desde finales del siglo XX y lo que va del siglo XXI.

Ese año -1990- en la iglesia La Merced de San Antonio de Oriente, Francisco Morazán, se reportó la desaparición de 16 piezas religiosas.

Decenas de robos se han reportado en varios departamentos del país como Choluteca, Lempira, Copán, Ocotepeque, El Paraíso, Santa Bárbara, Yoro y Comayagua.

El robo de piezas religiosas más numeroso se registró en el año 2013, cuando delincuentes entraron armados al Museo Religioso de Comayagua y se llevaron 96 artículos de enorme valor espiritual y religioso.

Muchas de las piezas robadas son antiguas, ya que datan desde los siglos XVI y XVII, algunas traídas por padres españoles. Los ladrones de los bienes religiosos se llevan hermosas pinturas, como la de la Santa Cena, la Virgen María en sus distintas representaciones, las imágenes de Cristo, los cálices bañados en oro o plata e imágenes de santos.

Encargo
Los delincuentes siempre buscan lo mejor que tienen los templos o museos. Según los especialistas en historia del arte y los investigadores policiales, este tipo de comportamiento obedece a encargos de gente conocedora del arte religioso.

Las autoridades citan como ejemplo lo sucedido en el Museo Colonial Religioso de Comayagua, en donde de unas 450 piezas expuestas a los visitantes, los ladrones prefirieron levantar los capelos y sustraer las piezas más representativas, dejando en su lugar piezas que eran de más fácil acceso.

Para la comunidad religiosa, uno de los robos más emblemáticos fue en el 2006 en la iglesia Inmaculada Concepción de Danlí, El Paraíso.

No fue por la cantidad de objetos, sino porque allí los delincuentes llegaron y sin ningún pudor tomaron la imagen de la Virgen Inmaculada Concepción y se la llevaron.

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La noticia fue dolorosa para el pueblo debido a que es su patrona, parte de su identidad, y de un día para otro ya no estaba.

Las indagaciones indican que en Honduras existen grupos dedicados exclusivamente al robo de bienes culturales, también hay otros no especializados o delincuentes comunes.

Foto: El Heraldo

Omar Alexis Talavera, subgerente de Patrimonio del IHAH, declaró a EL HERALDO que el robo de piezas a la fecha ha sido numeroso, pero el delito ha disminuido en los últimos dos años.

Combate
El año pasado se reportó un intento de robo de siete piezas en la iglesia de Sensenti, Ocotepeque, pero los autores fueron capturados in fraganti y se logró recuperar lo robado.

Talavera indicó que este tipo de objetos generalmente son robados por bandas internacionales y buscan pinturas, esculturas y platería.

“Nosotros consideramos que hay una selección previa, que antes hacen una visita al templo y ya saben qué es lo que van a sustraer”, precisó.

Uno de los problemas es que las autoridades no logran recuperar los objetos que han sido robado en las iglesias.

El IHAH mantiene un inventario de los objetos de bienes religiosos y es así que se logra saber qué es lo que se han robado en el país.

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Las estimaciones indican que de todas las piezas, quizás el uno por ciento se recupera, ya que la mayoría va a parar a otros países o a residencias de personas acaudaladas.

Para el caso, el año anterior Guatemala devolvió a Honduras varias piezas que fueron robadas en el país hace 19 años.

Determinar el valor de una representación religiosa resulta difícil para la Iglesia y las autoridades del IHAH.

“Muchos preguntan ¿y cuánto cuesta la imagen de la Virgen de Los Dolores? ¿Cuánto cuesta ese cáliz? Pero el valor realmente es incalculable en materia histórica y antropológica”, declaró el experto.

También se debe tomar en cuenta el valor religioso, por ejemplo, El Nazareno, que es usado en procesiones de Semana Santa, tiene un valor sentimental inmenso en esas comunidades y cuando se lo roban el daño es en general.

Para combatir el tráfico del patrimonio cultural se conformó una comisión interinstitucional que ha permitido reducir la incidencia, conformada por la Policía Nacional, Fuerzas Armadas (FF AA), Ministerio Público (MP) y otras instituciones.