Honduras

Héroes de barrio que golpean la violencia

El campeón panamericano Geovani Baca sueña con un país sin violencia y con jóvenes dedicados al estudio y al deporte. Dos días a la semana, el entrenador hace su sueño realidad

FOTOGALERÍA
18.02.2017

Tegucigalpa, Honduras
Todos los martes y jueves de cada semana en la Villa Olímpica de Tegucigalpa se abre un espacio para la esperanza.

Los gimnasios, que durante toda la semana son usados para la preparación de los atletas más experimentados, hacen un espacio para unos atletas un poco más pequeños, pero que proyectan la misma pasión por ser mejores cada día.

El proyecto Rescatando Jóvenes es una iniciativa del boxeador y campeón panamericano Geovani Baca que busca crear una conciencia de paz en los jóvenes.

A través de la enseñanza del boxeo, 40 jóvenes aprenden sobre la fuerza y la disciplina de este popular deporte.

Pese a que el boxeo es un deporte de alto contacto físico y donde se necesita mucha fuerza, los jóvenes del proyecto lo realizan de manera recreativa.

El boxeo recreativo es un entrenamiento muy completo ya que trabaja todos los músculos del cuerpo.

Implica un gran trabajo aeróbico, activa el sistema cardiovascular y la circulación sanguínea, y mejora el funcionamiento del sistema respiratorio, por lo cual, además de alejarlos del ambiente de violencia que algunos barrios tienen, les brinda bienestar físico.

“La iniciativa surgió después de ver diariamente cómo en el país salen tantas malas noticias de jóvenes que desafortunadamente caen en la violencia. Lo que nosotros esperamos con este proyecto es que estos jóvenes que tenemos sean personas de bien para la sociedad”, manifestó Geovani.

Él cada semana toma su rol como maestro, tal como lo ha hecho con varias figuras importante del boxeo hondureño.

Con mucha paciencia, Geovani le coloca los guantes a los pequeños que han decidido decir no a la violencia y sí al deporte (Foto: El Heraldo Honduras/ Noticias de Honduras)


En cada uno de esos pequeñines ve la oportunidad de hacer de Honduras un lugar mejor.

“La mayoría de los sucesos que salen es a través de los niños, que a veces son utilizados por grupos antisociales para actos ilícitos. Estando en un deporte, los jóvenes no buscan estar en malos pasos”, manifestó.

Fue en un día normal cuando en una plática con su amigo, Jesús Núñez, acordaron crear este programa deportivo.

“Hemos empezado bien, tenemos 40 alumnos que les encanta el boxeo, el proyecto les está gustando y se siguen acercando más, eso es bueno porque en lugar de que ellos busquen hacer algo ilícito aprovechan su tiempo en estas actividades”.

El proyecto es apoyado por la Fundación Génesis y el Comando Sur de Estados Unidos.

Amigos de peso pesado

En Rescatando Jóvenes no solo se trabaja el área física de los menores, sino también el emocional. Tras cruzar la puerta del gimnasio, la vida de estos pequeños cambia.

“Lo que buscamos es que boten malas ideas para que se les pueda hacer un bien a la sociedad, aquí les damos charlas de motivación y esa es la única forma en que estos jóvenes pueden alejarse de los vicios”, manifestó.

Una tarde de boxeo

El entrenamiento comienza a las 2:30 de la tarde, los pequeños llegan emocionados a su práctica acompañados de sus padres y familiares. En el gran gimnasio, sobre una banca, los guantes están listos para usarse. Todos empiezan a vendarse las manos para que comience el boxeo. Unos a otros, se ayudan entre sí.

“Me gusta venir aquí porque aprendemos a ejercitarnos y nos enseñan sobre el deporte”, dice uno de los pequeños mientras su compañero le coloca un vendaje naranja.

Poco a poco, y uno a uno, los niños comienzan a calentar dando puñetazos en el aire.

Cuando vemos a estos pequeños nos damos cuenta que en el país hay mucho talento, hay material humano de calidad”, celebra Geovani.

Los pequeñines salen del gimnasio siendo mejores, aprenden de la disciplina y del esfuerzo que deja uno de los deportes con más seguidores en el mundo.

“El boxeo no es para pelear, sino para hacer deporte”

Es inquieto y muy dinámico. Kevin tiene apenas 11 años y ya comienza a dar puñetazos como los grandes boxeadores que aparecen en la televisión.

Limpiándose el sudor con su antebrazo, se sienta a descansar luego de entrenar. Con sus guantes azules sobre sus piernas, nos cuenta su experiencia en el proyecto.

Me gusta boxear porque es un buen ejercicio, aquí corremos, saltamos, damos puñetazos y nos divertimos mucho”, manifestó el jovencito. Sin embargo, él ha entendido la esencia de lo que es el boxeo.

En la gráfica se muestra serio, pero Kevin es muy simpático (Foto: El Heraldo Honduras/ Noticias de Honduras)

En la gráfica se muestra serio, pero Kevin es muy simpático.


“A nosotros nos enseñan sobre el boxeo, pero no es para pelear, sino para que seamos mejores y podamos aprender y estar sanos”, comentó.

Su parte favorita del entrenamiento es cuando hacen el calentamiento. “Mi parte favorita es cuando corremos por todo aquí, mis papás se sienten bien y me felicitan cuando me ven haciendo esto”, dijo. Su sueño, es ser un ingeniero informático porque ama las computadoras y la tecnología. Por mientras, seguirá sudando en el gimnasio.

“El boxeo me ha hecho mucho más disciplinada”

Tiene una cara muy bonita y una voz muy dulce, pero Katherine Ayala es fuerte en sus golpes y ágil en sus movimientos. Ella es de las pocas mujeres que han tomado el reto de aprender a boxear y afirma que es una de las mejores decisiones que ha tomado a su corta edad.

Tiene 17 años y es muy comprometida con sus estudios, pero dos veces a la semana aparta unas horas de su tarde para ejercitarse.

“Decidí participar en el deporte porque es una bonita actividad y es para pasar mi tiempo, desarrollar nuevas habilidades, desafiar mi cuerpo y aprender más”, afirma la guapa jovencita. Este año ella se graduará de bachiller en humanidades y artes.

Katherine dedica un tiempo para el boxeo luego de sus clases (Foto: El Heraldo Honduras/ Noticias de Honduras)

Katherine dedica un tiempo para el boxeo luego de sus clases.



“Si Dios me lo permite me gustaría seguir avanzando en el boxeo y si vienen más cosas pues aprovecharlas, mis padres me apoyan en lo que yo decidí sacar el deporte y ellos me dan la aprobación, me ha hecho ser más disciplinada”, comentó.

Pese a ser de las pocas damas que integran el grupo, ella no se siente intimidada pues al tener hermanos varones sabe cómo interactuar con ellos.

+Mujeres misquitas impulsoras del reciclaje