Honduras

El departamento de Comayagua produce su propio abono con desechos

En el vivero municipal de la ciudad colonial se producen alrededor de 30 mil libras de compostaje cada ocho meses y buena parte del material es vendido a personas particulares o productores que la ocupan para abono

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16.02.2018

Comayagua, Honduras
Los desechos sólidos degradables como las hojas de árboles y cáscaras de frutas y verduras, en lugar de ser enviados al relleno sanitario van a parar al vivero municipal de Comayagua para iniciar un proceso de descomposición y luego reutilizarlo.

Este proceso de compostaje es una metodología que viene usando la Alcaldía desde hace unos años para el mantenimiento de jardines y la reforestación de zonas protegidas de la ciudad.

“Hemos optado por el compostaje para mejorar los suelos de los jardines que tenemos en la ciudad, y es un experiencia interesante para lograr la fertilización y minimizar la cantidad de basura que llega al relleno sanitario”, declaró el alcalde Carlos Miranda.

Y es que el objetivo de reutilizar esta materia es precisamente ese, reducir la cantidad de basura que llega al relleno sanitario para ampliar su vida útil.

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La producción
La descomposición de la basura puede tardar hasta ocho meses
, la cual es cubierta con plástico y otro material y luego es removida para continuar con la depuración del material hasta que queda en abono para ser enviado a las actividades de plantación.

En el vivero municipal se produce alrededor de 30 mil libras cada ocho meses y una parte es vendida a personas particulares o productores que la ocupan para abono.

En

los últimos cinco años la generación de basura en la ciudad se ha incrementado en más de siete toneladas. En 2012 se recolectaban 13,682 toneladas, pero para el 2017 subió a 19,000 toneladas, una cantidad exagerada.

En el 2014, en Comayagua se elaboró un plan director de manejo de contaminantes persistentes, con el objetivo de reducir la contaminación ambiental.

El proyecto fue financiado por la Naciones Unidas a través de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, ahora Mi Ambiente, y el Centro de Estudios y Control de Contaminantes (Cesco).

“El proyecto nos dio muchos conocimientos en el manejo de desechos sólidos y el compostaje fue una de las cosas que se aprendió”, aseguró el edil.

Como parte de ese plan se realizaron actividades de concientización en hogares, escuelas e institutos sobre el manejo adecuado de los contaminantes persistentes que dañan el medio ambiente.

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