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Honduras: Tres siglos en papel periódico

La historia de la prensa escrita en Honduras se plasma desde 1830 en decenas de publicaciones.

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25.05.2012

El general Francisco Morazán marcó el camino de la prensa nacional cuando compró, por recomendación del gobierno, la primera imprenta, este fue un hito en la historia de Honduras. A partir de este acontecimiento surgiría otro igualmente importante: la publicación de lo que hoy conocemos como La Gaceta, el periódico oficial del gobierno, el 25 de mayo de 1830.

Este hecho es el primer paso que marcó la historia de la prensa escrita en Honduras, plasmada en decenas de periódicos de circulación local y nacional.

Historia de la imprenta

Según el historiador Mario Argueta, al inicio las publicaciones de La Gaceta eran irregulares, a veces suspendidas por las guerras civiles. Pero a partir de 1876, en el gobierno de Marco Aurelio Soto, las publicaciones se volvieron regulares. “Además de publicar leyes y decretos, incluía poesías, proclamas y noticias de otros países centroamericanos. Ahora La Gaceta actual se limita a publicar leyes aprobadas por el Congreso Nacional, decretos enviados por el Poder Ejecutivo, resoluciones, marcas de fábrica y contenido legal”, dijo.

Pero no todo se resume a La Gaceta, ya que en el mismo año (1830), solo que en el mes de junio, fue publicado el primer periódico de propiedad particular, llamado El Hondureño, de Comayagua.

Posteriormente aparecerían otras publicaciones, cuyo tiraje era semanal, mensual y algunos cada tres días, como está registrado en el libro “Historia del periodismo”, de Rafael Heliodoro Valle.

De 1860 en adelante los periódicos no solo son de Tegucigalpa y Comayagua, ya que ciudades como Santa Bárbara, Trujillo, Yoro, Choluteca, Comayagüela, San Pedro Sula y Santa Rosa de Copán tenían sus propias publicaciones.

Así se extendió la prensa por el territorio nacional y el nuevo siglo XX trajo consigo múltiples cambios.

Se retomaron ediciones que habían sido suspendidas, los diarios iniciaron segundas etapas con nuevos directores, entre estos el Diario de Honduras y El Cronista.

Y otras ciudades como Juticalpa, Danlí, La Paz y Amapala, ya con imprentas entran en el quehacer periodístico.

El auge de los periódicos locales fue común a mediados del siglo XIX y principios del XX.

Incluso los partidos políticos tuvieron su medio de comunicación, La Época, era un órgano del Partido Nacional, y El Pueblo, del Partido Liberal.

Los enfoques eran variados, según Argueta, en el norte había diarios que creaban conciencia social y política, y estaban dirigidos a sectores obreros, entre estos Vanguardia (1946), que cobró beligerancia durante la huelga bananera de 1954.

También había semanarios de carácter humorístico como El Semáforo. Y el caso particular del periódico El Diablo (1902), de Danlí, fundado para “defender el amor libre y atacar a la Iglesia Católica”.

Persecución

Las violaciones a la libertad de expresión no son nada nuevo, desde 1859 José Santos Guardiola pidió “represión y escarmiento” para los “infractores”, según registra el libro “Historia del periodismo”.

Argueta señaló que hay un tipo de periódicos que él considera subterráneos, eran “periódicos de carácter político que circulaban de manera cautelosa, generalmente eran confiscados por el gobierno, como los periódicos Vanguardia, Unidad y Patria”.

Rafael Heliodoro Valle dice en su libro que “son numerosos los propietarios, editorialistas y directores de periódicos que han sido atropellados por haber provocado las iras de los poderosos o porque defendieron opiniones contrarias a las del régimen”, y enfatiza que a excepción de algunos gobernantes entre los que figuran Policarpo Bonilla y Juan Manuel Gálvez (que respetaron la libertad de prensa), hubo mandatarios como Terencio Sierra, Miguel R. Dávila, Francisco Bertrand y Tiburcio Carías Andino, que cerraron imprentas, suspendieron publicaciones, castigaron con trabajos forzados y destinaron al exilio a periodistas a los que ellos consideraban una amenaza.

Nueva etapa

Hasta 1960, según Argueta, los diarios más influyentes eran El Cronista y El Día.

Los diarios actuales, de circulación nacional, forman parte de otro período de la prensa que inicia en la década de los 60, siendo el de más antigüedad La Prensa (1964), seguido de Tiempo (1970), posteriormente La Tribuna (1976), y EL HERALDO (1979). Y más recientemente una nueva forma de prensa escrita son los periódicos digitales, que marcan la nueva etapa de la prensa en el siglo XXI.