Tegucigalpa

Mototaxis, consideradas una plaga en las ciudades

DGT introdujo en el Congreso modificaciones a la ley para prohibir su circulación en la capital. Representantes del servicio denuncian persecución y exigen el derecho a operar con permiso.

26.02.2013

La inesperada invasión, en cuestión de un mes, de mototaxis en la capital abrió un nuevo debate en el sector transporte.

Y es que el Distrito Central no está excluido del fenómeno que acontece en otras ciudades del mundo, en la que han surgido improvisadas alternativas de transporte que en poco tiempo han sido consideradas como una plaga.

Para el caso en la ciudad de Yakarta, Indonesia, el sistema se declaró una peste debido a que en una década invadió todas las calles y avenidas, al grado que se analiza la posibilidad de cambiar la capital de ese país a otra ciudad.

A la larga, la falta de control y regulación a tiempo convierte a las motorizadas en “ángeles y demonios” del tráfico y el transporte en las ciudades.

En cada barrio y colonia de la capital, al menos diez mototaxis operan sin registro ni permiso.

Si bien es cierto la mayoría de usuarios lo ve como algo positivo, pues entran a las zonas donde los buses, taxis o rapiditos no lo hacen, la proliferación de mototaxis solo evidencia la deficiencia del sistema de transporte convencional.

Controversial servicio

Los operadores del controversial servicio explican que representan una alternativa de movilización, además que son fuentes generadoras de empleo.

Mientras que las autoridades de la Dirección General de Transporte (DGT) anunciaron que prohibirán la circulación de mototaxis en la capital.

La medida la promueven a través de un anteproyecto de ley ya introducido en el Congreso Nacional (CN).

Los empresarios del transporte, por su parte, califican al nuevo sistema de competencia desleal e inadecuado para la ciudad, pues solo debe ser permitido en zonas turísticas.

EL HERALDO conoció, a través de una circular, que el 19 de febrero pasado la DGT presentó ante la bancada del Partido Nacional varios planteamientos, entre los que se incluye el tema de los mototaxis.

En el escrito claramente se propone una “regulación mediante ley que prohíba tácitamente la circulación de este equipo (mototaxis) en las ciudades del país”.

Además, aboga por que “no se pueda operar estas unidades en superficies asfálticas o de concreto hidráulico, a excepción de zonas turísticas o caminos troncales”.

También promueven iniciar los decomisos de unidades a un plazo no menor a 48 horas, así como imponer multas por reincidencia mayor a 10 mil lempiras.

Empero, a pesar que las 48 horas vencieron ayer, no se observó ni un solo operativo de control de las mototaxis.

Mototaxis solicitan circular

Ante las intenciones de la DGT, los operadores de mototaxis alzan su voz para exigir un diálogo con el gobierno.

“Enviamos un mensaje a los transportistas y a la DGT para que nos escuchen, porque queremos ser aliados”, declaró Rigoberto Núñez, presidente de la Asociación de Mototaxis de Tegucigalpa y Comayagüela (Asomtegc).

A juicio de Núñez, las unidades de tres ruedas no son un problema, sino una solución a la demanda de transporte en las periferias de la ciudad.

A la fecha, Asomtegc aglutina a unos 150 miembros, aunque existen 300 mototaxis operando en 46 barrios y colonias de la capital.

Colonias como Nueva Suyapa, Nueva Capital, Arturo Quezada, Torocagua, El Pedregal, Villa Nueva, San Francisco, Loarque y Río Grande, entre otras, ya poseen sus propias terminales.

Por otra parte, los representantes del gremio revelaron que ante la posible prohibición han comenzado a levantar firmas para demostrar que poseen el respaldo de los capitalinos.

Núñez retó a las autoridades de la DGT que si al menos el 20 por ciento de la población está en contra del servicio, detendrán operaciones.

Cabe señalar que el pasaje del sistema oscila entre cinco y diez lempiras en una distancia comprendida entre uno a tres kilómetros.

En promedio, cada unidad realiza alrededor de cien viajes diarios en un horario entre 5:00 de la mañana a 10:00 de la noche.

Cabe resaltar que una mototaxi posee un valor de 90 mil lempiras en el mercado nacional a precio de contado.

A la vez, la distribución de unidades no tiene un mecanismo de control, pues únicamente se obtienen a través de una transacción de compra-venta.

Para Franklin Carbajal, presidente de la junta fiscalizadora de Asomtegc, la DGT no tiene argumentos legales para detener o decomisar el equipo.

“¿En qué parte de la ley dice que yo no puedo comprar mi mototaxi y trabajar?”, cuestionó el directivo. Asimismo, afirmó que el gremio está de acuerdo a someterse a un control, pues lo que solicitan es operar legalmente.

DGT: Fuera de Tegucigalpa

Ezequiel Baquedano, subdirector de la DGT, confirmó a EL HERALDO que difícilmente permitirán operar el sistema en el Distrito Central.

Baquedano recordó que en 2005, debido a que todavía no existía regulación, se reformó la Ley de Transporte para permitir la operación de mototaxis, pero solo en zonas turísticas.

“No queremos perjudicar a nadie -argumentó-, simplemente queremos que exista orden, porque entendemos la problemática de empleo que existe”.

Asimismo, discrepó con la Asomtegc en el sentido que cubren la falta de transporte, “pues invaden corredores destinados para los buses y taxis”.

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