Los miles de locatarios afectados con el incendio en el mercado Colón de comayagüela revivieron ayer su esperanza de tener nuevos puestos de trabajo.
El alcalde Ricardo Álvarez colocó la primera piedra del megacentro de ventas que se perdió luego del voraz incendio del 18 de febrero, en el que al menos 5,000 comerciantes perdieron su patrimonio.
La visión primordial del edil capitalino es que los vendedores inicien a trabajar en un establecimiento seguro y lo más rápido que se pueda.
“La programación de los trabajos está calculada para que los vendedores inicien en diciembre a trabajar en sus nuevos puestos”, dijo Álvarez.
Añadió que no hay que olvidar que la jornada de invierno está cerca y que en estas temporadas se vuelve difícil construir, más en una zona vulnerable como son los mercados.
La obra comenzará con la construcción de 782 puestos que tendrán las medidas adecuadas para el desarrollo de los negocios y estarán ubicados de acuerdo con los rubros que los locatarios ya tienen definidos.
La edificación se realizará sobre una base de 1.25 metros de altura, para que cuando llueva el agua no se introduzca en los puestos de venta, reduciendo las probabilidades de inundación.
Además, el riesgo de incendios producto de cortocircuitos tiene que disminuir, ya que todas las instalaciones eléctricas serán subterráneas.
La construcción
La compañía Surco, encargada de la construcción del mercado en Comayagüela, es la misma que en tiempo récord construyó el mercado San José en Puerto Cortés, después de que fuera consumido por las llamas en marzo de 2010.
La decisión de que se hiciera de esta forma se tomó en conjunto entre las autoridades municipales y los dirigentes de los grupos de vendedores organizados, en una visita que se realizó a la zona costera.
El costo de la obra está calculado en 20 millones de lempiras.
“Es lo justo para los vendedores, es el sueño hecho realidad que se merecen los vendedores de los mercados de trabajar en un lugar seguro y en el menor tiempo posible.