Tegucigalpa, Honduras.- Con un tono de voz quebrantado y con mucha angustia, llanto y dolor por no conocer lo que les deparaba el futuro, la familia de Olga Marina Elvir enfrenta una de las pruebas más duras de su vida.
Una noticia devastadora ha alterado el ritmo de su hogar: Olga, de 66 años, fue diagnosticada con un grave daño en la arteria Aorta, una condición que le arrebató la vida.
Era una tarde común, el viernes 17 de enero, cuando Olga Marina, como tantas veces, regresó de su iglesia a su hogar, momento en que algo inesperado ocurrió.
Su cuerpo comenzó a fallar, un desmayo repentino, seguido de una falta de respiración y un episodio de derrame cerebral, dejó a su familia sumergida en dolor y angustia indescriptible.
“Ella es una mujer cristiana. Fue de repente que se agravó, se sometió a la cirugía, pero ahorita está en un estado crítico”, relató entre lágrimas Suelen Ponce, sobrina de Olga Marina, mientras revivía el momento que cambió por completo la vida de su tía y la de su familia.
Un giro inesperado
Olga fue trasladada al Instituto Nacional Cardiopulmonar (INC), más conocido como Hospital del Tórax, donde los médicos la diagnosticaron con “un estado de choque mixto cardiovascular” debido a un daño crítico en la “Aorta”.
Según Suelen, el diagnóstico de su tía incluía la necesidad urgente de una reconstrucción de la arteria Aorta, además de un tratamiento complejo para reparar su raíz aórtica.

Qué es la Aorta
La Aorta, la arteria más grande del cuerpo humano, es esencial para transportar sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo y cuando se ve afectada, como en el caso de Olga, la vida de la persona corre un riesgo inminente.
En la situación de Olga, un daño en la arteria provoca hemorragias internas, fallos en órganos vitales como los riñones, e incluso daños cerebrales, tal como sucedió con ella.
“El doctor nos dice que los riñones no le están funcionando muy bien. Se nos dijo que había que conseguir un colchón de agua porque los riñones de ella necesitan estar heladitos para estimularlos”, dijo con mucha angustia Suelen, antes de conocer la lamentable noticia del fallecimiento de su tía.
La intervención médica que Olga necesitaba era complicada y costosa, un procedimiento de cirugía de “sustitución de Aorta ascendente” y “reparación de raíz aórtica pulmonar”, según diagnóstico médico.
Dolor y preocupación
Olga Marina, conocida en su comunidad por su generosidad y devoción cristiana, enfrentó su batalla final, que ningún familiar esperaba, tomando en cuenta que la tragedia ocurrió “de repente porque ella era una mujer sana”.
El dolor y la angustia se hacían palpables en cada palabra que pronuncia su sobrina. Durante la gravedad de su condición, Olga recibió un apoyo incondicional de su familia, que ahora que pide ayuda para cubrir los gastos fúnebres de su familiar.
Según Suelen, su tía, antes del viernes pasado, no había mostrado signos de la enfermedad y “jamás nos imaginamos que algo así podría sucederle, ella era una mujer que servía en la iglesia, ayudaba a los demás”.

“Sus hijas están destruidas, ella ha sido una gran persona”, dijo devastada la sobrina de Olga.
La mayor, Yajaira Quiñonez, es una mujer que trabaja para mantener a la familia, mientras que la menor, Sadia Moncada, está estudiando para convertirse en abogada.
Ambas se enfrentan a esta situación sin poder encontrar consuelo, pues no pueden olvidar los momentos que atravesó su madre, y que ahora ya no estará presente.
Además, a las dificultades emocionales por los costos elevados de la atención médica que atravesaron, ahora enfrentan la preocupación de no tener los recursos para cubrir los gastos fúnebres, razón por la cual piden ayuda para recaudar fondos.

Fe y esperanza
A pesar de la desesperación, la familia no pierde la fe y la comunidad, también impactada por la muerte de Olga, se ha unido para brindarle apoyo.
“Ahí en la colonia todo el mundo la conoce porque ella ayudaba al prójimo sin importar”, mencionó Suelen, entre lágrimas.
Olga trabajó durante años en el área de Diálisis en Honduras, “ayudando a la gente varios años”.
Es por ello, que su generosidad y bondad hacia los demás fueron siempre un ejemplo para todos, pero hoy es su familia quien necesita la ayuda de los demás.
Cómo ayudar
Los gastos fúnebre de Olga Marina requieren recursos significativos. La comunidad y aquellos con un corazón solidario pueden contribuir de diversas maneras, ya sea con una donación económica, o ayudando en las actividades que están organizando para recaudar fondos.
Diario EL HERALDO se une a esta causa, todos aquellos que deseen colaborar pueden hacer su aporte a la cuenta de Banco Atlántida: 00013820128356, la cual está registrada a nombre de Yajaira Maribel Quiñonez Elvir.
Asimismo, se podrá establecer contacto al número de celular 3237-8705 y preguntar por Sadia Moncada.
La familia de Olga Marina, quien dedicó su vida al servicio de los demás, ahora enfrenta un desafío que sólo puede superarse con la ayuda de todos.