La salud de centenares de personas se vio afectada ayer por segundo día consecutivo.
Y es que ante el mal estado del centro de salud Odilón Renderos del barrio Villa Adela y la falta de contratos en el Sagrada Familia, el personal médico y de enfermería determinó el martes anterior tomarse ambos centros asistenciales.
Muchos capitalinos llegaron temprano ayer al Cesamo de Villa Adela con la esperanza de que ya se hubiera suspendido el paro, pero no fue así.
“Vine a las 5:30 de la mañana para ser de los primeros en ser atendido, pero nada, acá lo que habían eran unos enormes rótulos donde se exige el cambio de edificio”, aseguró Carlos Alvarado, un vecino del barrio La Bolsa, de Comayagüela.
Al igual que este capitalino, cuya infección en la garganta le hace desaparecer la voz por instantes, unas 1,500 personas que visitan a diario el centro dejaron de ser atendidas. La misma situación se vivió en el Cesamo Sagrada Familia, en donde acuden los vecinos de al menos 12 barrios y colonias aledañas.
Las exigencias
Durante varias horas, el personal y los vecinos de la colonia Alemania, donde se ubica el Cesamo Sagrada Familia, se manifestaron en plena vía publica, en advertencia a las autoridades de la Secretaría de Salud para que renueve los contratos del personal.
En Villa Adela, los manifestantes exigen un cambio de edificio pues en la actual situación de insalubridad en la que trabajan corren el riesgo de aumentar las enfermedades en lugar de curarlas.