TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con sus pequeños pasos dieron grandes muestras de respeto y fidelidad a la tierra que les concibió como hijos.
El civismo y la alegría recorrieron las calles de la capital para exaltar con fervor y ternura el amor patrio que palpita de manera acelerada en el corazón de miles de estudiantes del nivel prebásico.
Con tan solo cinco años de edad, o menos, cientos de pequeños demostraron un derroche de talento como parte de las actividades que se realizan en el marco del 198 aniversario de independencia.
Desde las 7:00 de la mañana, muchos, cargados en los brazos de sus padres, comenzaron a llegar con vistosos uniformes y trajes que hicieron brillar en los recorridos de los desfiles.
Varios puntos de la capital como los bulevares Fuerzas Armadas, del Norte, Centroamérica, la segunda avenida de Comayagüela y la calle Los Alcaldes, entre otros, se convirtieron en recorridos llenos de color, música y civismo.
Uno de los desfiles más extensos se llevó acabo en el bulevar Centroamérica desde la primera entrada de la colonia Kennedy hasta las antiguas instalaciones de la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio, ahora Intae.
En este recorrido participaron unos 20 centros educativos de prebásica de los Distritos Educativos 1, 5 y 10.
Con el apoyo de bandas marciales de varios institutos, las pomponeras y palillonas realizaban sus dulces pasos al ritmo de las canciones populares.
Un pelotón de cadetes del Centro de Educación Prebásica Divino Niño, de la colonia Kennedy, vestidos con un traje negro y detalles en rojo, se llevaron los aplausos de los presentes por sus coordinados pasos de marcha.
Las palillonas de la Experimental de la UNAH, con su traje verde, botas y bastón dorado, deleitaron a público con sus sincronizados pasos.
Bajo un cielo azul y un cálido sol, los pequeños hijos de la Patria no perdieron su entusiasmo y alegría, hasta llegar al escenario principal donde hicieron su presentación a las diferentes autoridades.
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Ester Lazo, del programa de proyectos de la Dirección Departamental de Educación de Francisco Morazán, expresó que los desfiles se desarrollaron con normalidad y que no se reportó ningún tipo de incidente.
“Los niños estuvieron resguardados con unos dispositivos de seguridad impresionantes de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional”, agregó Lazo.
Orgullo de padre
Suyapa Ruiz, madre de familia, no podía ocultar su alegría por ver a su hijo desfilar por primera vez.
“Es lindo ver a un hijo desfilar por primera vez, estamos muy felices, ya se está preparando para entrar a la escuela”, dijo Ruiz.
En sus rostros se reflejaba la emoción de ser los protagonistas de la celebración a la Patria, por lo que los escolares del Distrito Educativo número 9 desfilaron con orgullo y motivados por los aplausos de sus familiares y público.
Quienes encabezaron estos desfiles, que tuvieron como escenario la calle Real de Comayagüela, fueron los pequeñines del Kínder Nacional.
El cuadro de pomponeras arrancó decenas de aplausos, pues al ritmo de punta agitaban de manera enérgica sus pompones color azul.
También, las estudiantes del Jardín de Niños Peniel resaltaron con sus bastoneras, pues con un elegante traje azul y la sonrisa dibujada en sus rostros animaron al público con sus pasos de baile.
El centro capitalino también se llenó de alegría patria, pues por toda la avenida Cervantes se escuchaba retumbar el sonido de las diferentes bandas escolares que apoyaban a sus compañeros más pequeños.
Incluso, la banda marcial de la Escuela de la Aldea El Piligüín llegó de manera exclusiva para apoyar a los estudiantes del Jardín de Niños Naciones Unidas.
Los alumnos del Instituto YES aprovecharon la oportunidad para hacer un llamado a la conciencia y proteger el patrimonio natural, por ejemplo, Ivannia Bonilla se disfrazó de guara roja para invitar a proteger a la fauna.
Judith Escober, directora del jardín de niños José Medardo Mejía, recalcó que a pesar de las dificultades se logró desfilar y que la fiesta patria se desarrolló sin incidentes.
