COMAYAGÜELA, FRANCISCO MORAZÁN.-Los pobladores de la residencial Laureles del Real mostraron ayer en las calles su malestar e indignación con la entidad financiera y la constructora del fallido proyecto donde habitan.
Con la quema de llantas y carteles en mano, los vecinos se tomaron los portones del proyecto habitacional para denunciar el grave deterioro que se presenta en sus viviendas desde hace seis años.
Fermel Ordóñez, uno de los vecinos, informó que son 54 viviendas las que registran daños significativos.
“Hay viviendas que ya están con las paredes rajadas y los pisos levantados. Están en un 90% dañadas. Se encuentran en peligro la vida de los habitantes”, afirmó Ordóñez.
El vecino denunció que hay un tanque de agua en la residencial Francisco Morazán, a unos 50 metros, que atenta contra la seguridad de las viviendas, pues amenaza con caer en cualquier momento.
También denunciaron que el muro perimetral está a punto de ceder.
Los afectados solicitaron a las autoridades del Ministerio Público para que investigue de oficio este fallido proyecto habitacional.
En el complejo residen 220 personas y cada vivienda está habitada por entre una y cuatro personas.
“Nos sentimos estafados, compramos estas casas carísimas hechas por la constructora Ingeniosa y están destruidas porque hay movimiento sísmicos en la zona”, aseguró doña Mirna Álvarez, otra de las afectadas.
