Tegucigalpa

Gozo y fe en la celebración del 439 cumpleaños de Tegucigalpa

Autoridades de la Iglesia Católica, Alcaldía Municipal del Distrito Central, vendedores del mercado San Miguel y capitalinos participaron de la gran fiesta en honor al santo protector de Tegucigalpa

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29.09.2017

Tegucigalpa, Honduras
La pequeña metrópoli palpitó de regocijo y alegría por la celebración de su 439 aniversario de fundación.

Tegucigalpa, la capital del corazón de Centroamérica, festejó también a su santo protector San Miguel Arcángel.

Desde las siete de la mañana los habitantes del antiguo Real de Minas comenzaron a llegar al mercado San Miguel, localizado en el histórico barrio Guanacaste, para participar de una jornada de oración que organizaron los locatarios de esta central de abastos.

“Hemos preparado actividades recreativas y tradicionales para que los capitalinos nos acompañen y descubran que en nuestro mercado hay, además de deliciosos platillos, una rica tradición cultural”, manifestó Luis Ordóñez, presidente del cómite organizador del carnavalito de esta plaza de ventas.

Algarabía y ritmo
El ritmo y la cadencia fueron los ingredientes que aportaron los integrantes del coro del Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (Injupemp), pues interpretaron cumbias como la del “Tiburón” que pusieron a bailar a los comensales y devotos que acudieron a rendir honores desde temprano al príncipe de la milicia celestial.

Mientras que en la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel, las autoridades locales y decenas de capitalinos acudieron a recibir el mensaje de la Iglesia Católica como parte de la fiesta patronal de la antigua ciudad minera.

Durante la homilía ofrecida por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez y autoridades de la Iglesia Católica se otorgó al alcalde capitalino, Nasry Asfura, y a la madre María de Jesús del Cid, directora del Instituto San José del Carmen, la Orden de San Miguel Arcángel.

“Quiero agradecer este reconocimiento, me llena de mucha emoción porque cada uno de los hondureños estamos comprometidos a trabajar y poder servir”, comentó el edil capitalino.

Esta es la primera vez que la Arquidiócesis de Tegucigalpa otorga esta condecoración a personalidades que laboran en favor de la comunidad capitalina.

Por su parte, el cardenal Rodríguez recordó la importancia de impulsar una cultura de paz para que tengamos una ciudad más segura.

Al finalizar la misa y de manera improvisada, las autoridades locales cambiaron la hora anunciada para repartir el tradicional pastel entre los ciudadanos que se encontraban en la Plaza Central.

El enorme pastel de color azul, blanco y amarillo medía casi cuatro metros de largo.

A eso de las 12:30 del mediodía los miembros de la Hermandad del Cristo de la Misericordia se encargaron de trasladar la anda procesional con la figura del príncipe guerrero, durante el recorrido que iba animado por la banda del Cuerpo de Bomberos y explosión controlada de pólvora.

La procesión tenía como punto clave el encuentro entre la representación del arcángel que guarda en la catedral y el que protege a los locatarios del mercado San Miguel, en el famoso “arbolito”.

A pesar de algunas debilidades en la organización del evento por parte de las autoridades locales, los comerciantes del mercado San Miguel dieron muestras del porqué un príncipe protege en su plaza de ventas en un acto de mucha fe.