Salud y Belleza

No baje la guardia ante la influenza

Es común que se olvide la potencial gravedad de este mal, sobre todo en personas de alto riesgo que padecen enfermedades crónicas
09.11.2018

Tegucigalpa, Honduras
Pese a estar en temporada baja del virus, la influenza sigue siendo un problema vigente de salud pública.

De enero hasta la fecha se han confirmado 414 afectados por la enfermedad. De ese total, 317 casos son del tipo A (H1N1) y 97 son de influenza tipo B.

“Aunque en estos momentos nos encontramos en zona segura, la población no debe bajar la guardia, aplicar las medidas de precaución y considerar que la única y mejor forma de prevenir la influenza estacional es vacunarse todos los años”, dijo a Superguía Salud, Homer Mejía, coordinador nacional de Vigilancia de la Salud.

Actualmente, en el país se ofrece en establecimientos de salud la vacuna trivalente -que protege contra tres variables del virus, AH1N1, AH3N2 e influenza B- únicamente a los grupos de alto riesgo: enfermos crónicos entre seis meses de edad a 59 años, mayores de 60 años, embarazadas y empleados del área de salud y de granjas avícolas.

Pero ¿qué hacer para prevenir la influenza? Mejía sugiere extremar medidas “el virus se transmite a través de gotitas de saliva de personas infectadas, que se expulsan al ambiente al toser o estornudar. Si hay un adulto en casa y estornuda o tose debe tapar su boca y nariz con el ángulo interno que forma el brazo y el antebrazo, a esta técnica se le llama ‘estornudo de etiqueta’”, explicó.

Asimismo, se debe evitar compartir alimentos con personas que tengan problemas o una enfermedad respiratoria. Se debe evitar el saludo de beso y darse la mano, compartir objetos o utensilios, y se debe lavar las manos con agua, jabón, alcohol o gel. Así como reposar e ingerir suficientes líquidos. “Acuda a establecimientos de salud al presentar síntomas respiratorios”, apuntó.

Mitos en torno a la influenza
En esa lucha por desacreditar las vacunas y la potencial gravedad del virus, considere que no todas las recomendaciones que circulan, sobre todo en Internet, son siempre acertadas ni están basadas en la experiencia científica. En ese contexto Patricia Cervantes, directora regional de Influenza para América Latina de Sanofi Pasteur, asegura que el primer error ante esta enfermedad es confundirla con un resfriado común. “Este virus produce fiebres altas y a diferencia del resfriado común puede postrar al individuo -dos o tres días- y complicarse, causar neumonía, bronquitis, otitis media, meningitis y encefalitis, entre otras, e incluso llevar a la hospitalización y a la muerte”, señaló.

Otro mito es creer que la vacuna contra la influenza causa influenza. “Una vez aplicada la vacuna, le toma alrededor de 28 días tener las células suficientes o títulos de anticuerpos para protegerlo. Entonces en ese lapso de tiempo al entrar en contacto con el virus puede infectarse”, indicó.

Por otro lado, la inmunización no provoca efectos adversos graves. Sus efectos son, en su mayoría, locales, como dolor y enrojecimiento en la zona y están los efectos sistémicos en niños, como fiebres transitorias entre 24 a 48 horas. “Nunca va a tener síntomas respiratorios, ni secreciones. Los eventos graves en el caso de la influenza son menos del 1%”, enfatizó.

Finalmente, tenga en cuenta que los antibióticos no curan la influenza. “Los antibióticos, como la penicilina o amoxicilina se prescriben para combatir bacterias o infecciones bacterianas, mientras que la influenza es producida por un virus. En el caso de esta enfermedad los antivirales deben aplicarse en los primeros tres días porque después sus efectos son mas reducidos o limitados