Salud y Belleza

¿Padece de eyaculación precoz?

Este trastorno puede conducir al hombre a sentirse impotente y a preferir evitar los encuentros sexuales
09.08.2018

Tegucigalpa, Honduras
Si su eyaculación se produce repentinamente antes del momento deseado, inclusive previo a la penetración, y ha experimentado esta incómoda situación en diferentes episodios de su vida sexual, lo mejor es que preste atención ante las señales de un posible problema.

Primero es necesario explicar que la eyaculación precoz es la expulsión prematura del semen que se produce con una mínima estimulación sexual e imposibilita seguir con el coito para satisfacerse a sí mismo y a la pareja.

Existen dos tipos: la primaria, cuando ha estado presente a lo largo de la vida sexual del hombre, y la secundaria, que aparece relacionada con la disfunción eréctil y se soluciona más fácilmente con el pronto tratamiento.

El urólogo Pedro Suárez mencionó que la rapidez en la eyaculación aumenta la posibilidad de reproducción, lo que supone un logro evolutivo. Sin embargo, “hoy lo vemos como un problema porque el tiempo de coito se ha vuelto importante”.

Algunas mujeres no tienen problema con esto debido a que lo que realmente les complace es el estímulo del clítoris. En cambio, otras pueden sufrir una gran insatisfacción, pues sus expectativas sexuales no se cumplen.

“En estos últimos casos el inconveniente puede derivar de problemas fuera de la relación sexual y se convierten en incapacidad para comunicarse. Algunas parejas llegan a evitar los encuentros sexuales para no enfrentarse a este conflicto de intereses”, señaló Suárez.

Alternativas
A raíz de lo ya mencionado, la confianza para expresar lo que sucede es muy efectiva para todo lo relacionado con la vida sexual en pareja. El médico explicó que es bueno que ambas partes lo conversen abiertamente.

Algo que va muy ligado con la comunicación es el hecho de no culpar al hombre por su situación, a causa de que una eyaculación precoz no es algo que se hace voluntariamente, sino que no se puede controlar por sí mismo.

Lo más importante es que una vez detectado el problema, los afectados busquen la opinión de un experto para definir -en primera instancia- si se trata de un trastorno en su organismo o para identificar si existe alguna razón psicológica que cause el inconveniente.