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El emprendedor ¿nace o se hace?

Según el experto, carecer del ADN “correcto” no limita la concepción de un negocio, la clave está en potenciar las habilidades en el camino

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04.09.2018

Tegucigalpa, Honduras
El debate es abrumador. Psicólogos, empresarios y teóricos económicos han especulado sobre si los emprendedores nacen o se hacen, en otras palabras, si se está predispuesto a emprender gracias a la constitución genética o si esa disposición proviene del entorno, preparación u otro factor externo.

Para Juan Pastor Bustamante, experto español en creatividad e innovación, el debate naturaleza vs. crianza -mirando factores más allá del emprendimiento- tiene un punto de inflexión.

Si bien las tasas de éxito empresarial están más influenciadas por los genes de una persona que por su grado de educación, independientemente del ADN las posibilidades de hacer un negocio exitoso no son inamovibles. Incluso los empresarios con el ADN “correcto” pueden tener éxito si pasan suficiente tiempo puliendo sus habilidades, adquiriendo experiencia como emprendedores y comprometiéndose con mejores ideas.

“Con base en mi trayectoria he encontrado gente que no se había planteado ser emprendedor, pero que a través de la formación y asesoramiento logran desarrollar ideas de negocio sustentables. Por ejemplo, todos tenemos capacidad creativa, pero se necesita potenciarla a través de técnicas o métodos, lo mismo ocurre con el espíritu emprendedor”.

“Todos tenemos la capacidad de emprender, pero gracias al aprendizaje, buenos mentores y buenos equipos que apoyen una estrategia bien planteada podemos desarrollar ese espíritu emprendedor que no solo tiene que ver con montar empresas”, afirma.

La necesidad, la educación, la sociedad, las oportunidades y los recursos son factores que, según el experto, suelen influir en el espíritu emprendedor.

La creatividad, el motor del siglo XXI
Juan Pastor Bustamante, director de la Red de Industrias Creativas de Madrid (RIC), presentó el jueves en el Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET) su segunda obra literaria: “Vitamina creativa para mentes inquietas. Claves para potenciar la creatividad e innovación en personas y organizaciones”, una pieza que el mismo autor define como un instrumento de trabajo, un recurso práctico destinado a todos aquellos que estén involucrados en el campo de la innovación y la creatividad. Destacó que el libro es el “resultado de 25 años trabajando y ayudando a la gente a desarrollar la creatividad”.