Empleos

¿Es usted un jefe inmaduro?

20.03.2017

Tegucigalpa, Honduras

En los esquemas de las empresas modernas, un concepto polémico ha nacido y cada vez da más de qué hablar, se trata de los jefes “adulto niño”.

El término hace referencia a aquellos directores ejecutivos o altos mandatarios de empresas que nunca se tomaron la molestia de madurar.

Encontraron mucho apoyo económico de sus padres y conocidos para levantar sus empresas y realmente no se han tenido que esforzar demasiado en la vida.

Trabajar para un “adulto niño” puede ser absolutamente miserable. Los empleados tienen que lidiar con sus caprichos, berrinches y cambios constantes de estrategia para la compañía. Pasan más tiempo haciendo control de daños con los clientes o proveedores que en el trabajo para el que supuestamente los contrataron.

Entre las alertas que distinguen a un jefe “adulto niño” se encuentran el no escuchar consejos internos. Los directores bajo este efecto son expertos en ignorar los consejos que vienen de su equipo de trabajo. Un buen líder sabe que no hay nadie mejor que sus colaboradores para decir qué está fallando en las operaciones diarias de su empresa.

Asimismo, uno de los de mayor riesgo es negarse a reconocer los fallos que tiene. Hay que recordar que los emprendedores maduros saben aceptar cuando se equivocan para así poder aprender, los “adultos niño” jamás lo hacen.

Traer a alguien con experiencia a una empresa es bueno, pero cuando el director es un “adulto niño” puede ser una mala señal para la firma ya que significa que es necesario vigilarlo. El primer paso para cambiar es reconocer que hay aspectos que puede mejorar. Madurar como emprendedor le ayudará a llevar al éxito a su negocio y a ser un jefe con el que sus empleados amen trabajar.